El devenir de la historia, el cotidiano, debería hacer que uno constantemente resignifique los hechos conocidos del pasado, para así afrontar en mejores condiciones las situaciones del momento actual. Por desgracia no siempre ocurre, casi nunca en realidad. Los medios, como usinas "sensacionales" obturan con su ruido constante ese necesario re-conocimiento de lo vivido, y la propia pereza, y hasta la incredulidad ante el salvajismo de los que uno consideraría congéneres, colaboran también para no emprender esa tarea como uno debiera.
Ahora uno no puede hacerse el boludo. Hay que agarrar la realidad por los hombros, con todo lo pesada que resulte, lo llena de espinas y aristas filosas que esté, y hasta bancarse el olor desagradable que despida, mirarla bien a los ojos, verle los dientes amenazantes y disponerse a enfrentarla hasta transformarla en atractiva, habitable. Amable.
Lo primero: hay que huir de lo cómodo. Lo cómodo es echarle la culpa a la clase media y hasta a la baja intoxicada, que eligieron "cambiar". Incluso considero "cómodo" el centrarse en análisis sesudos de comportamientos individuales y grupales. O sea, uno puede entrar en consideraciones al respecto, decir -yo digo- que esto es consecuencia de una enorme campaña terrorista, la mayor tal vez de la historia de este territorio. Inflación cadenas nacionales trenes cromañones fiscales moyanos cuando eran malos cámporacámporacámpora y así podríamos seguir horas y horas.
Pero estas cuestiones son sólo el "cómo", y la propia y constante enunciación por las usinas intoxicadoras es una de sus herramientas para distraernos de lo principal: el "qué".
En vista de lo actual, de los personajes y las tareas que desarrollan, debe emprenderse para mí una re-lectura de los hechos que desembocaron en el 2001. ¿Cuál sería el resultado, en bruto, de dicha re-lectura?
El 2001 no fue "una crisis".Fue un plan perfectamente diseñado y ejecutado para consumar la primera desaparición de un Estado como tal y su apropiación por parte de corporaciones. Esto no es una teoría conspirativa, Es la inevitable conclusión a la que se llega evaluando los acontecimientos de aquellos tiempos y el comportamiento posterior y actual de todos los implicados. Invito a quienes no tienen la edad suficiente a tomar las ediciones de los diarios de la época, desde marzo del 2001 hasta mediados del 2002, y al resto también, qué tanto. La construcción de un escenario constantemente negativo, de apelaciones a medidas extremas, de velada acusación a la propia sociedad de ser culpable de su destino condujo a una sucesión interminable de renuncias a la soberanía en nombre de culpas pasadas, de obligaciones "morales", de "seguridades jurídicas" y pálidas y pálidas y pálidas.
Un ejercicio interesante es ver cómo el "duránbarbismo" preexistía al aludido: si uno toma las ediciones de los diarios de las semanas que duró la negociación del Megacanje, la mayor estafa, entrega, robo de la historia de nuestro territorio, puede verse que al mismo tiempo, AL MISMO, estaban las "negociaciones contra reloj" para salvar a Aerolíneas del cierre, Patricia Bullrich que iba y venía de Madrid y los sindicatos etc etc... eran 20, 50 millones de dólares los que estaban en danza. Los titulares principales de los diarios se ocupaban de eso, mientras Cavallo y su amigo Mulford del Credit Suisse pergeñaban un robo de miles y miles de millones de dólares, que ocupaba en los diarios un espacio menor que lo "sensacional", el fantasma de una aerolíneas vaciada y usada de señuelo mientras entregaban al país.
Y "entregaban" al país era literal, las condiciones pactadas era imposibles de cumplir y las consecuencias del incumplimiento conducían -condujeron- a la entrega a los buitres. Eso YA ERA SABIDO EN ESE MOMENTO por quienes ahora nos gobiernan. Pero en cualquier caso, no quiero centrarme en esto, ya lo desarrollaremos más adelante con la abundante documentación que existe al respecto en esa memoria colectiva que es el Google.
La cosa es que cuando la entrega definitiva iba a ser consumada, la torpeza de los entregadores derivó en un derrumbe incontrolado que condujo al estallido: la entrega no iba a poder llevarse a cabo sin conflicto. En un comienzo, con una sociedad aún en llamas quienes tenían las riendas del poder político y económico del territorio siguieron intentando "entregar el paquete"; están las imborrables escenas de Bonelli ponderando la "pinta" del negociador del FMI Anoop Singh, a cuyo lado se sentaba en la mesa de negociaciones. Los hechos de Puente Avellaneda revelaron tan brutalmente el carácter de la entrega que los "adquirentes" decidieron bajar el perfil e ir sembrando para concluir la ocupación en un futuro.
Ese futuro llegó. ES AHORA. Los mismos protagonistas dirigen las operaciones de descuartizamiento de un país, de un Estado, y con una minuciosidad que denota el ansia del usurero, de quien tenía anotados en los libros todos los beneficios, hasta que los que derivaban de la manipulación del CER por parte de la mafia que dirigía el Indec hasta el 2006 y que hora volvió al mismo para "devolver lo pactado".
Y la venganza. El mensaje a la sociedad mundial de qué pasa cuando una sociedad osa a salir del sometimiento a la ley de la Gravedad de las finanzas..
El macrismo revivió el proyecto de desgajamiento del país, de entrega de todos sus recursos, de liquidación total de la política y en el medio plazo de las libertades. No hay que hacerse ilusiones: ésa es la intención, lo mostraron durante doce años de oposición sin límites, sin ningún tipo de restricciones, y lo demuestran ahora con su desprecio jactancioso de cualquier tipo de institucionalidad. Se divierten ante cualquier intento de límite institucional: a la "gente" le dan lo mismo las instituciones sostienen duránbarbamente y aciertan el diagnóstico.
La destrucción prácticamente es un hecho. Aunque no llegue a consumarse del todo, se comprueba descarnadamente que la intención es desarmar cualquier límite a la extracción. Todo lo que pueda ser extraído lo será, todos los resultados de la extracción serán enviados a la metrópolis excepto lo necesario para continuar con aquella. Todo otro gasto será anulado, todo lo ingresado debe tener el mismo destino.
Esto, para mí, debe asumirse de inmediato. Como cuando se afronta una catástrofe natural, un terremoto, un huracán, un volcán. Y como consecuencia, deben comenzarse inmediatamente las tareas de construcción de un Estado nuevo, por fuera de los escombros de éste que el macrismo hace saltar por los aires. El post 2001 dejó, con todos sus traumas, la memoria de una serie de experiencias posibles gracias a una sociedad que se negó a morir. Las cuasi monedas, las asambleas, los clubes del trueque. Y el comienzo de algo que se transformaría en una ola imparable: la lucha contra la impunidad. La idea de "resistencia directa" ante un enemigo infinitamente poderoso me parece inadecuada; ante un antagonista de recursos ilimitados la "resistencia", es decir, tratar de "aguantar" una posición conduce a la derrota inevitable, con resultados que por desgracia conocemos muy bien. Para mí la confrontación debe ir por otra vía, por dañar SUS recursos.
Debe comenzar a trabajarse en todas las áreas de la vida en común en vías alternativas, por fuera de lo que el No- Estado macrista dispone. Y de una forma confrontativa, no violenta, sino que repercuta en las segundas líneas de quienes sustentan ese modelo de depredación. Responder al ajuste con más ajuste. Desbancarizarse es esencial. Dejar de consumir en shoppings. En cadenas de cualquier tipo, En determinadas marcas. Variar los consumos para no favorecer a ningún monopolio. Aprender conductas de menor consumo en celulares.
Y por parte de las organizaciones, herramientas que coadyuven a la creación de ese nuevo Estado. Creación de bases de datos de actualización con aportes de información de los consumidores de precios y marcas de productos en todo el país, mediante el simple envío de fotografías con precio y marca. Actividades frente a las sedes del poder judicial, el gran responsable de la destrucción de este Estado. Investigar vías para entorpecer legalmente el pago a los buitres sin el paso por el congreso a través de presentaciones en escribanías. Organización de actividades comunitarias que permitan salir del círculo infernal de la intoxicación mediática, del entretenimiento considerado "light", inofensivo. Y que no lo es. Disneys, Ty C's, TINELLI. Estas cuestiones no son accesorias. Y yo no me estoy transformando en un stalinista. Somos testigos de la voladura de un Estado y de la venganza detallada contra todo lo que se haya atrevido a desafiar al Dios de las Finanzas y a su iglesia mediática. Ahora su Josué asedia Jericó, y cierne las aguas de todos los mares sobre los atrevidos.
Estos son apenas esbozos, ideas sueltas pero que deben extenderse a todas las áreas, a todos los aspectos de la vida en común, educación, salud, producción de alimentos. Cuestiones que después del 2001 se plantearon, pero que la falta de preparación después de 25 años de destrucción continuada bloqueó en su desarrollo. Ahora estamos intactos todavía, estamos en condiciones de pensar en qué nos equivocamos, mejor dicho, en qué cuestiones éramos vulnerables hiciéramos lo que hiciéramos.
Cosas sueltas a las cuales estamos obligados a darles forma y contenido. NO HAY PLAN B. Ya no hay espacio para el asombro. Por el contrario, hay que hacerse a la idea de que cada cosa mala que imaginemos ES POSIBLE con este Behemoth macrista.
Pero hay que escaparle al testimonialismo, a la tentación de la autoinmolación. y hay que intentar sumar. Reflexionando sobre esto que volqué a borbotones, llegué a una conclusión parcial inesperada, pero para mí irrebatible: siendo que ahora está a la vista que lo del 2001 era un plan para descuartizar al país y repartírselo, los hechos del 19 y 20 de diciembre, y la masacre de Puente Avellaneda nos cuentan que, a su manera, la izquierda interfirió de forma determinante en esa pérdida que parecía definitiva. Sin ellos, tal vez hubiéramos tenido bandera buitre ya en ese entonces. A esta idea contribuyó además una conversación con un pibe de Edesur que trabajaba la tarde del 31(de diciembre) para reponer la luz cortada en Caballito. Su jefe era kirchnerista, y él se mantenía al margen, definiéndose de izquierda. Pero hubo una esperanza en mi charla posterior con él. Le conté que había aprendido a lo largo de los años que intentar subir a una montaña de un salto implicaba estrellarse contra las laderas irremisiblemente, y que intentar subirla de frente marr conducía a que a mitad de camino te agotaras, te cayeras cuesta abajo y encima generaras un alud que se llevaba todo. Que para subir una montaña había que ir ladeando, a veces incluso volver a bajar un poco para reemprender la subida. Que era la única manera cierta de llegar a la cima,Y que la sociedad que queríamos era prácticamente la misma. Pero que no se podía negar la realidad. No se puede negar la montañidad de la montaña, digo ahora acá, donde nadie nos escucha. El pibe me dio las gracias, y se fue pensando seguro seguro.
Me parece que deberíamos a trabajar en serio en estas cuestiones.
Esto, que lo escribí a principio de año, me parece que es otra forma de contar el Frente Ciudadano que propone la jefa.
Y hoy, día de luto, día que se consumó la entrega, me pareció pertinente repetirlo.
RH