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viernes, 7 de diciembre de 2012

HORA DE DESCOLGAR CUADROS DE JUECES



 DIVISIÓN DE PODERES VERSUS EQUILIBRIO DE PODERES 

Existen algunos lugares comunes de los que es menester salir, hoy más ayer, pero menos que mañana.

Hay una práctica a la que este escriba es adicto -bueno, hay más prácticas, ésta es de las que se pueden contar- que es: cuando quiere evaluar la veracidad de un aserto, llevarlo al paroxismo.

Por caso, evaluemos el "libre mercado", la "libre competencia". Llevándola al extremo en "libre" (sin regulaciones), el fin inevitable es el monopolio en un sector. El pez grande se come al chico, se come a todos. El fin de "lo libre".

Si además permito la permeabilidad absoluta entre distintas áreas económico-financieras de la sociedad, un sector puede ir apropiándose de otro HASTA QUEDARSE CON TODO. Esto, que parece imposible, está a metros de su concreción en los "países en serio": los "financieros" están cerca de ser dueños de todo, hasta de la gestión/apropiación de naciones enteras, véase Grecia, o mismamente el intento de aquí en el 2002.

Contado este primer ejemplo, veamos qué quiero evaluar:

El cuento del equilibrio de poderes.

Si lo llevo al paroxismo, el "equilibrio de poderes" lleva al empate perpetuo. A la inmovilidad. A que con que un factor de poder tenga influencia sobre uno solo de los poderes, pueda paralizar a toda a una sociedad.

Pero..¿cómo se llegó a eso? Difícil de saber. Sé que hubo un momento en que se pasó de la "división de poderes" que suena razonable, una división de tareas entre un poder que gobierna, otro que legisla y otro que se ocupa del cumplimiento de las leyes y de dirimir diferencias dentro de la sociedad, al eufemístico “equilibrio de poderes”

La intoxicación a la que vienen siendo sometida la opinión pública desde los grandes medios del mundo, transformó esa "división" en "equilibrio", esto es en que los tres poderes deben "naturalmente" equilibrarse, esto es, enfrentarse. Lo vimos aquí: 2008 con la 125, el Grupo A en el 2009. Y cuando eso no fue suficiente, el que "debe equilibrar" es el poder judicial. Y todo el ordenamiento "legal" impuesto en los 90 se orientó a eso: a que lo que gobiernos sometidos o directamente entreguistas firmaran no pudiera ser revertido por sus sucesores. Se trata de un mecanismo complementado además con la paradoja de un poder ejecutivo con plazos limitados, frente a uno judicial sin caducidad, y que permanentemente hace gala de su "independencia", que no quiere decir otra cosa que autonomía absoluta frente a la sociedad a la que deben cuidar. Como otra pata que aquí por fin se acabó: la autonomía de los Bancos Centrales.

La idea rectora: un gobierno mundial de los poderes financieros, protegidos por los jueces que interpretan las leyes a favor de los poderosos, mientras dejan a los débiles en la ganchera de lo "provisional" durante décadas.

Y en última instancia, el privilegio de decidir si algo "es constitucional" o no, como si eso fuera la marca en el oriyo de toda justicia. Y la verdad es que de la Constitución debe rescatarse su espíritu, y en él, me parece que prima el de la libertad y la igualdad. Y la Constitución es modificable, no es palabra de dios, no es inmutable, no es intocable. Es un corpus jurídico COMO CUALQUIER OTRO.

Hubo una serie de gobiernos que por acción u omisión permitieron que un gran grupo económico se apropiara de el 90% (peso más, peso menos) de lo que se escucha o ve en los medios audiovisuales, resultando en una situación de inequidad absoluta, no había posibilidad de elegir. A esta situación se llegó porque quien detentaba el ejecutivo en ese entonces tomó muchas medidas que no estaban en su programa de gobierno, cosa que puede hacerse, pero también da derecho a revertirlas. La sociedad entera se puso entonces en marcha en diferentes instancias –foros, ONG’s, Congreso- para subsanar esta situación y devolver la equidad. Es la libertad, la igualdad de oportunidades de la sociedad la que está en juego. No es si esa heladería es mía o no. Estamos hablando de derechos fundamentales.

Creo que no podemos seguir siendo rehenes de la patota del inmovilismo. Sino, podríamos retroceder en todo, y perpetuar las desigualdades, la corrupción. No estamos hablando de una ley que "autoriza el asesinato". Estamos hablando de una ley de ordenamiento de un sector clave para la libertad del pueblo argentino. Y nadie, ningún "juez" debe tener el poder para detener una ley así.

Llevemos esta situación al paroxismo: imaginemos que un país cualquiera nos declara la guerra y nos ataca. Y aparece la Cámara de la Goma Delantera Derecha y emite una cautelar prohibiendo el uso de las armas a nuestro gobierno, porque "se estaría poniendo en peligro la vida de ciudadanos extranjeros". No hay diferencia con la situación actual. Ninguna diferencia.

El planteo debe ser: el Poder Judicial no debe tener la potestad de “legislar” de ninguna manera, ni por activa, ni por pasiva. Debe asegurar el cumplimiento de las leyes, castigar a los que las infringen y mediar en los conflictos entre las personas. Debe dejar de ser un intruso autocrático en la democracia, sino formar parte de ella. Para que esté claro: un juez no es más que un policía. Así nomás. Está en la misma “línea”, alguien es agarrado in fraganti cometiendo un delito, o es sospechado. Primer paso. La policía lo agarra. Segundo paso. El juez, ayudado por un acusador y un defensor, define si es inocente o culpable de haber violado la ley. Si lo encuentra culpable, entrega el reo a la instancia siguiente, al tercer paso, las instituciones penitenciarias al Estado para que lo tutelen. Su papel terminó.

También está su labor de mediación, decidir entre dos partes.

Pero no puede/debe impedir legislar. No puede/debe impedir gobernar. No puede/debe impedir el cambio en las sociedades.

Como solté ayer: es hora de comenzar a descolgar cuadros de jueces. Y cuanto antes mejor. Muchos estamos mayores, y si estamos hablando de justicia… no es justo que no veamos un país mejor.

Yo lo quiero ver. Y no quiero que la patota del inmovilismo me tape la vista.


RH