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lunes, 30 de mayo de 2011

La rigurosidad de Sarlo y la coherencia de Vargas Llosa, juntos ¿por única vez?

 Queremos dejar el tema, pero el tema no nos deja.

Una de las críticas que hicimos al programa de 678 en el que participó nuestra estrella es que el informe con el que pretendían ilustrar sobre los sucesos en España estaba compuesto por extractos de medios minoritarios de la extrema derecha española, dejando de lado la cobertura de los medios mayoritarios de aquel país. Incluso llamábamos la atención sobre el hecho de que se titulara estos extractos con "tv española", siendo que televisión española es la televisión pública (y masiva) de aquellos lares, y que seguramente, como decía Pepe Sacristán en el 678 de la víspera, habrá tratado los hechos con ecuanimidad.

Sarlo, en la rueda de entrevistas posteriores  a su victoria sobre la izquierda totalitaria nazi fascista (según el duo GG, Grondona-Gelblung), en, no sólo uno, sino DOS alardes de rigurosidad dice que:

-los estudios en los que se basa  para decir que al 70% de la gente no le interesa la política lo escuchó en una reunión de politólogos, encuestadores, sin nombre, sin fecha, sin nada. O sea puso en sus propias palabras el masomenismo que ya resaltábamos en nuestro post sarliano anterior

- dice que "se informó" (igual de rigurosa que la respuesta de Vargas Llosa a Hebe!) y que esos fascistas que aparecían hablando de Evo como un mono eran unos "cómicos de medianoche"

Pues, como ya contara Sacristán anoche, Federico Jiménez Losantos, uno de los contertulios de esos cómicos, aparte de ser un miserable, es un "periodista" de opinión que fuera estrella durante años de la COPE, cadena de radios del obispado español masiva, al estilo de un Grondona justamente. Y como también mencionó Pepe, fue troskista en sus años jóvenes, así como otros fueron maoistas. Ocurrió que se pasó tanto de la raya que terminó peleándose con algunos del PP, incómodos con su alarde de fascismo espantamoderados. Pero de cómico Beatriz nada; un "periodista", un "columnista de opinión" que tuvo y tiene su público importante.

¿Y el otro "cómico"? Esto resulta llamativo tratándose de Sarlo, porque se trata de Jaime Bayly, escritor peruano que seguramente no formará parte del canon literario sarliano, pero que ha publicado unos cuantas novelas.

Y con esto que nos hace rebuscar, se lleva puesto a Vargas Llosa.

Resulta que Vargas ahora descubrió "los ataques mediáticos" de la prensa hegemónica de su país. Siendo que antes de la primera vuelta dijo sin problemas que elegir entre Keiko y Ollanta era elegir "entre el sida y el cáncer", ahora se hizo "humalista", quién sabe si por inquina personal más que ideológica hacia el fujimorismo que lo derrotó en el 90.

Y entre las cosas que denuncia están...

O sea, Bayly, por más que se haga el gracioso no es un cómico; además de escritor es categorizado como"periodista estrella".

En definitiva, Sarlo, todo rigor. En un esfuerzo ímprobo, logra que el regular informe de 678 se reivindique y supere en fiabilidad la calidad de las críticas sarlianas.

Como si esto fuera poco señoras y señores, por la misma plata le conseguimos una demostración de la coherencia (una vez más. y van....) de Vargas Llosa, porque este Bayly que al decir suyo es "un payaso y un verdadero bufón maligno" según esta fuente a veces mejor  y a veces peor pero siempre muy práctica, en otros tiempos Bayly:

Siempre desde la televisión, apoyó a Mario Vargas Llosa en su candidatura presidencial en 1990 integrando el Movimiento Libertad que formaba parte de la coalición electoral FREDEMO. En sus memorias Vargas Llosa reconoció que el apoyo que le brindó Bayly, junto con el de otros periodistas, fue “invalorable” y “muy resuelto”

Posteriormente propició el voto en blanco en la segunda vuelta de las elecciones generales del Perú de 2001, al lado del liberal Álvaro Vargas Llosa, porque no estaba de acuerdo con ninguno de los dos candidatos que pasaron a la segunda vuelta, Alejandro Toledo y Alan García

El cómico de medianoche de Sarlo es un payaso para Vargas Llosa... pero resulta ser en otros tiempos, cuando le convenía, fue "su" payaso, para él y para su hijo Alvarito.

Rigor y coherencia en la intelectualidad canónica.

En esta foto, sólo falta Carrió

RH

martes, 26 de abril de 2011

El momento en que se jodió el Mario y otras historias de desamor y amor

Querido blog:

Es cierto, había dicho "olvidémoslo...", pero, qué querés que te diga,  vi la foto que publicó Algún, y me trajo a la superficie uno de esas sospechas medio delirantes que suelen acosarme a determinadas horas de la noche, y que tienden a comenzar con la peligrosa inquisición  "por qué será que...". Le había dado vueltas a esto sobre Vargas, y más en vista de la ausencia de argumentos a la hora de defender su postura conservadora. Eso que algunos de los que lo (des)califican definen como pereza intelectual . Porque, querido blog, si uno agarra ese (des)calificativo, se pregunta ¿qué es la pereza? Y, la pereza, la verdad,  es resistirse a hacer algo que uno no tiene ganas de hacer. Y si se piensa en Vargas, ese hombre habitualmente tan lleno de palabras y tan poco perezozo a la hora de vertirlas sobre el papel, más chirría la cosa. ¿Por plata? Puff, Saramago, a pesar de que  publicara tanto en El Pais, el medio vargasllosista par excellence, nunca renegó de sus ideas, nunca apostató.

Pero a la pereza intelectual se contraponen una furia, una pasión casi sobreactuadas  ¿Por qué querido blog, tanta furia, tanta pasión?  Y, hay que echar a rodar la imaginación. ¿una desilusión amorosa? Yo ya había coqueteado con esa idea respecto de otra persona  querido blog -nada que ver con Vargas, te aclaro-, y ahora que no nos lee nadie, te lo voy a contar. La gorda Carrió. No me mires así. Yo se lo comenté a algunos cercanos, al Marquesito, a la Tana; me miraban como me mirás vos ahora. Pero yo dále, lo de la gorda es que fue un desengaño. Fijáte, fijáte bien. La gorda,  todo las veces que hablaba de él y de ella, bien o mal, lo hacía desde una perspectiva personal  Para mí, la gorda se apasionó con el flaco. Debió ser en la noche de los tiempos, cuando aquel frente que se hizo para pedir la caducidad de los mandatos. Cuando asumió, "Kirchner tiene buenas intenciones". "Es la primera vez que no siento asco al sentarme en el Congreso". Y aclaraba, "Con Cristina tuvimos diferencias de carácter". Cuando se despechó, "la gente me dice, los quiero matar", y todo lo que ya sabés. Y así siempre, siempre cosas personales,  con esas idas y vueltas, tan propias de los despechados, diciendo "un día la gente se va a dar cuenta de como son de verdad". Un odio apasionado. Vos  sabés como soy, hasta lo tenía documentado. Un desengaño amoroso, decía yo. Ya no lo digo más, te lo cuento ahora querido blog, te lo dejo caer, como algo que ya pasó.

Y Vargas... lo mismo. Por ahí estoy equivocado, pero a mí me parece que la cosa viene de cuando lo descubrió al Gabo con la mujer. La famosa piña. Y me parece que, parafraseándolo catedralmente , ahí es cuando se jodió el Mario. Qué loco, ¿no querido blog? Pero a mí me cierra. Una persona tan rica discursivamente, que después se hiciera tan renegado, y encima por partida doble. Es decir, en lo que hace a principios, y en lo que hace a carácter también. Mirále las cejas. Estaría bueno agarrar y hacer un gráfico de cejas de Mario, de cómo han ido evolucionando de la curva suave de antes de la piña a Gabo hasta esa iracunda V invertida de ahora, por más sonrisa forzadísima que esboce. Esa dentadura aprrretada de rrrabia que a fuer de estirar las comisuras logra que parezca eso, una sonrisa de hierro blanco. Y toda la consistencia se le quedó ahí, porque en las palabras políticas, querido blog, nada de nada. ¿Qué puede decir, más que oquedades? Porque no hay ideas detrás, sólo la pasión destructiva de un desengañado. El Mario que se jodió, el que en su dolor nos quiere joder a todos los demás, a los que él, macho engañado, nos identifica -por izquierdistas antes, por populistas ahora- con el  Gabo. Cuando escribe, cuando ya no está él , el Mario que se jodió, ahí -me dicen- se puede atisbar algo de lo que fue el escribidor. Pero yo hace años que no lo intento querido blog. Para mí sólo queda el Mario que se jodió.

Vos sabés que un conocedor del alma humana como Conrad contaba algo parecido en su novela Victoria: un alemán, dueño de una taberna en una isla en el Indico,  se obsesiona con un pobre sueco, calumniándolo, acusándolo de cosas increíbles, y en ese bucle infernal de creerse esas mentiras que él mismo construye, termina contratando sicarios para matar al inocentísimo y correctísimo señor Heyst. ¿Y todo porqué? Por una pasión no correspondida. El alemán quería apretarse a su camarera, ésta no le da bola y sí al sueco. Todo el odio, toda la rabia de ese despecho se enmascaran en razones casi de orden moral,  ficticios actos horribles del señor Heyst que el tabernero alemán se inventa en su cabeza y que justifican, para él, su muerte y con ella la destrucción de toda esa pequeña sociedad que se había generado en la isla. Alguien explicó que lo que Conrad relataba, era una alegoría de lo que era Europa en ese momento. Y yo siempre sentí que iba más allá, que muchos de los actos políticos -sino todos- están determinados a priori por cuestiones personales, en el mal y en el buen sentido también.

Todo esto te parecerá un delirio trasnochador y trasnochado querido blog. Yo mismo lo pienso. Por suerte, esto queda entre vos y yo.

Y sin embargo... ¿Sabés? Hay algo que, por contraste, me hace pensar que tengo razón. Porque, si reflexiono, pienso que a este país que tantas veces se jodió, lo salvó el amor de dos parejas. Sí, sí. Pensálo bien. Sin el amor que se profesaron, unos hace tanto ya, y los otros ahora, ese par de hombres y mujeres jamás hubieran asumido las tareas ciclópeas que encararon conjuntamente por todos nosotros. Sin su amor, no los hubiéramos tenido.

"¿Cómo puede una pareja como los Kirchner gobernar la Argentina?", se delata, con su propia pregunta, el Mario que se jodió.

RH

sábado, 23 de abril de 2011

Vargas Llosa, Mont Pelerin, Hayek y las leyes de la naturaleza: la esencia del neoliberalismo

La sociedad Mont Pelerin fue fundada en 1947 por Friedrich Von Hayek, "para defender los valores de la libertad" frente a la marea roja que se venía por aquellos años. Con el paso de las décadas, de esa posición defensiva inicial los postulados de dicho núcleo de pensamiento fueron ganando posiciones, hasta que llegaron al poder absoluto con la asunción de Reagan en el 80 y la consiguiente desaparición de la marea roja.

A esta sociedad pertenecía Milton Friedman, el factótum de la Escuela de Chicago, tristemente conocido por estos lares por la actuación de Martínez de Hoz y sus "Chicago Boys" durante la dictadura.

Para entender mejor los valores que defienden estos señores, transcribo un párrafo de la columna de Sandra Russo de hoy en P12 "Keynes vs. Hayek".

Para Hayek, el mercado era una “fuerza natural”. Habla de él hasta con cierta lírica, y no importa qué es lo que haya que sacrificarle: el mercado es un dios pagano que exige víctimas propiciatorias. Lo extremo del pensamiento de Hayek fue creer a rajatabla en la sabiduría de los movimientos intestinales del mercado, casi se diría que los confundió con una coreografía celestial. Sin insistir demasiado en la fe democrática, Hayek sí insistió en la idea de mercado como una matemática con leyes propias a cuyo ritmo las sociedades deben abandonarse: éstas son, más específicamente, las leyes de la desigualdad”.

Dando "formalidad" a estas "leyes", Hayek ganó el Nobel de Economía en el 74; Friedman en el 76. Y ahora, como vertiente "humanista", el Nobel de Literatura para Vargas Llosa.

Se nos presenta entonces un cocktail casi infalible, que es el de "leyes de la naturaleza", enunciadas por "Premios Nobel" -Hayek, Friedman, Vargas -. Es decir, lo más del Universo -la naturaleza- con lo más de la "sabiduría en la Tierra", los premios Nobel. Y sobre eso se encaraman, para convencernos, pero sobre todo convencer a quienes detentan el poder en los Estados -democráticamente, en EEUU y Europa, por la fuerza en el resto del mundo- de que "lo natural" es que ellos, como "fuerza de la naturaleza", no tengan límites en su ocupación del territorio/poder económico.

Los premios Nobel nos dicen: "La naturaleza es así, hay desigualdad, y está mal contradecir a la naturaleza".

Estos asertos lo obligan a uno a pensar. Y pensar implica ponerse en lugar del otro, seguir su línea de razonamiento. Mmm, la naturaleza. ¿Es realmente así? A ver, lo que ellos plantean, es que la naturaleza es así, cruel, salvaje, selección natural; ellos son los leones que  el mercado-naturaleza puso ahí, y no debe intervenirse; es antinatural.

Sin embargo, a mi me parece que de lo que ellos hablan es de un mínimo subconjunto de lo que es el conjunto que engloba todo, la naturaleza. Y además, en la línea temporal, también el corte es artificial, "antinatural". Porque si siguiéramos estrictamente su concepto de "la ley natural"-no debe intervenirse-, no hubiéramos hecho diques, no hubiéramos recogido semillas para plantarlas a nuestra conveniencia en tiempo y lugar, no hubiéramos recogido piedras y ramas para colocarlas apiladas para refugiarnos. Y hoy no debería haber servicio meteorológico.

Por otra parte, resulta llamativo que casualmente estas personas, que llaman a seguir "la ley natural", sean las que monopolizan todo aquello que significa "dominar" la naturaleza; la extracción de petróleo y minerales, la producción de energía, y determinar como se utilizan esos recursos y quienes se benefician de ellos y quienes no, a través de esos acumuladores de energía potencial -el dinero- que son los bancos.

Volvamos a la naturaleza. Ellos, los leones, deben ser libres de cazar, el Estado no debe intervenir; por el contrario, debe retirarse. El mundo es su territorio de caza.

Y el triunfo momentáneo de esa idea tan errónea, tan falaz, tan parcial de la naturaleza fue conseguida por la fuerza militar de los Estados que coparon. Y en ese coto creado por la fuerza cazaron, cazaron, cazaron; y comieron hasta hartarse, y cuando ya estaban ahitos siguieron cazando por puro instinto depredador, dejando los cadáveres a medio comer dispersos por todo el mundo hasta agotarlo y dejarlo sumido en la crisis en la que éste se encuentra.

Pero... en la naturaleza hay algo más que leones. Mucho más. No sólo eso. Está demostrado que los leones han estado mucho más extendidos de lo que lo están ahora; había leones el doble de grandes, con melena y todo, en el continente americano. Sin embargo, se extinguieron. Naturalmente. Y si pensamos en los leones de África, los que quedan, podría decirse que quedan -vaya paradoja- quedan gracias a la intervención de los Estados.

Muchos están asombrados por la inconsistencia que reveló Vargas Llosa al intentar defender los postulados neoliberales durante sus intervenciones en su visita a la Argentina, y más concretamente en la entrevista que le hicieron Martin Granovsky y Silvina Friera para Página 12. Y, en realidad, no podía ser de otra manera.  Porque el "sustrato teórico" de la ideología neoliberal es un armazón vacío sólo enunciado, en estos tiempos de discursos, para tratar de conseguir para esos pocos integrantes de esa suerte de "Club de Leones"-que eso y no otra cosa son las Mont Pelerin y otras fundaciones del mismo corte- la impunidad para continuar con la depredación del planeta y sus gentes.

Vargas Llosa no dijo prácticamente nada porque no hay nada qué decir frente al tremendo peso de los hechos.

Y es natural que así sea.

Como es natural que ahora nosotros, las hormigas y las cigarras, las abejas y las ovejas, por la fuerza del número y de la solidaridad vayamos recuperando nuestro territorio, sembrándolo y construyendo en él para que todos podamos disfrutarlo. Y que los leones sean la curiosidad que son, confinados en sus clubes de leones, publicando sus boletines de leones a través de los cuales, cada vez más desdentados, tratan de denigrarnos. Estos días tuvimos la oportunidad de ver a uno; ya casi no quedan ecos de sus patéticos rugidos de fiera derrotada y confinada.

Ahora olvidémoslo, que tenemos mucho que hacer.

RH

viernes, 11 de marzo de 2011

Un ejemplo acabado de lo que realmente le preocupa a la "prensa libre"

Portada de "El País" de España:


Y sigue:

El terromoto llega en el peor momento para la economía japonesa, acuciada por su alto nivel de deuda.- La noticia arrastra a las Bolsas pero impulsa al yen.

Habla en esto, tal vez como nunca, el inconsciente de la "prensa libre". Frente a los  por desgracia probables miles de muertos, la preocupación por las bolsas y a la vez el ver cómo beneficiarse ("pero impulsa al yen").

Y estos son los grandes patrocinadores de Vargas Llosa. Anoten este manejo de la noticia, para pedirle su opinión cuando inaugure la Feria del Libro. Para meterlo en tema, podría citársele el extraordinario cuento de Stevenson "Los ladrones de cadáveres".

RH

domingo, 6 de marzo de 2011

Vargas Llosa & Cia: conservar la calma

Estos días hemos sido testigos de la polvareda que se ha levantado con la carta de Horacio González a los organizadores de la feria del libro. 

Por un lado, el grito en el cielo de los apóstoles de la impunidad. Impunidad en este caso significada en el hecho de que Vargas Llosa ha dicho cualquier cosa no sólo sobre los Kirchner, sino sobre los argentinos en general. 

Se ha tergiversado -lo que cuestionaba González era que Vargas Llosa inaugurara la feria, no que hablara-, se ha pataleado, se ha dicho cualquiera.

Y por nuestro lado, se entró en un debate a mi juicio absurdo, al punto de ponerse a evaluar relaciones entre política y literatura, etc etc. O sea, se pasó a jugar en la cancha de ellos, tan amplios, que pueden ostentar que por igual invitan a Vargas Llosa como antes convocaban a Saramago.

Es mucho más sencillo que todo eso: ellos sabían perfectamente a quien invitaban y por qué; debería por nuestra parte merecer una sonrisa sardónica y haber aprovechado la oportunidad para debatir con esa nada política que es Vargas Llosa. Es como si hubieran invitado a Bush a inaugurar expoagro ¿Hubiera sorprendido?

No hay que entrar; este año va a estar repleto de estas cosas. Porque como dice Mario Wainfeld en su (magnífica, como siempre) nota de hoy:

Eso exacerba el furor de los multimedios que se van quedando solos con la cara pintada en el conjunto de las corporaciones empresarias. No cabe preanunciar qué implica esa furia, no es imposible que derive al ansia destituyente.

Nos tratarán hacer pisar el palito todo lo que puedan. Apelarán a cualquier cosa, desde este tipo de tonterías hasta oleadas de acontecimientos de "inseguridad". No nos pueden ganar en votos, tratarán de voltearnos. Así que hay que salirse de este tipo de estupideces, que en definitiva hablan de ellos nada más. Hay que dejar que siga así.

RH