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sábado, 2 de mayo de 2015

Un pensamiento positivo



El domingo pasado, en la mesa que fiscalizé, votaron 45 personas por el Frente para la Victoria. Si masomenos lo multiplicamos por la cantidad de mesas (8) que había en la escuela, 350 votaron al FPV. 350 personas que ni siquiera es el barrio entero. De esas 350 personas yo no conozco a ninguna o casi ninguna. ¡Hay 350 COMPAÑEROS que no conozco!
En tan sólo una pequeña porción de la Ciudad. Multiplicado por toda la Ciudad hay un montón de Compañeros que no conocemos. Compañeros que podrían estar militando codo a codo en una unidad básica de cualquier agrupación, en cualquier espacio, en cualquier esquina. Están ahí y aún no les conocemos la cara.
Pero ese día, este domingo pasado, no actuaron como simples votantes. Porque en una Ciudad que nos tiene acostumbrados a la frustración de vivir mal, de gastar más presupuesto en publicidad que en regularidad de subte; la que nos tienta y nos empuja día a día a olvidarnos del otro, a pensar sólo en el propio ombligo; ese día, actuaron como Militantes. Y están ahí, a la espera de que los convoquen todas las veces que sea necesario.
Tal vez no aparecen más que el domingo a votar, por mil y un razones. Porque laburan mucho toda la semana, porque "ya están grandes" o porque todavía "no se sienten preparados". Pero están ahí y tenemos que decirles que no están sólos, y que los esperamos para participar, para militar activamente, para transformar la Ciudad. Porque una votación no es la única forma de hacer política. Se hace todos los días, un poquito. Se hace impulsando mejoras para el barrio, la escuela, el club deportivo. Se hace empoderando al vecino, al amigo, al familiar, al conocido, con las nuevas políticas de precios cuidados, de defensa al consumidor, las nuevas becas estudiantiles. Se hace ocupando la calle cada vez que quieran avanzar sobre nuestras conquistas, nuestros derechos.
Todos esos Compañeros están ahí, y no los podemos dejar sólos.


Gabo T.

jueves, 23 de abril de 2015

AMARIYOS



“Apenas veo el amarillo”, decía Borges en su queja cínica y burlona ante la certeza feróz de la ceguera. Algo de envidia se nos cuela en el sentimiento, ojalá apenas viéramos el amarillo… 

La cuestión, señores, es que en estos días Florida es una fiesta… una fiesta de cumpleaños. Si ud por ejemplo, se para en Av de Mayo y Perú y mira en dirección a Rivadavia verá, por el raro efecto que provoca el hecho incontrastable de que Buenos Aires no es una planicie, un sinfín de sombrillas y racimos de globos del PRO. Es la céntrica calle en la que se disputa ostensiblemente la interna entre la sufrida Gabriela Michetti y el elegido Horacio Rodríguez Larreta. Y todo es amarillo. Si hasta da ternura una mesa perdida por ahí del Frente de Izquierda subsumida en el torbellino del oficialismo porteño.

Chicos y chicas con casco de obra (amarillo) que dicen “Horacio”; chicas y chicos con remeras (amarillas) que con el pecho en alto dicen “Gabriela”. Con esa pinta de universitarios descontracturados, miembros de onegés que salvan ballenas y cuidan que no se derrame el petróleo en todos lados menos en Malvinas, bellos y bellas cool como recool es la política PRO que no parece hecha de política. Vea usted señor, así son estos chicos que no los trajo la muerte de Néstor sino la de las ideologías. “En equipo” o “eligiendo vos” va la bífida propuesta para el futuro de la misteriosa e inmisericorde Buenos Aires. 

Y un día de esos le tocó ver a uno el corso a contramano de una columna de la UOCRA que pasab por Av de Mayo, ellos con casco amarillo (pero de los que se usan para laburar) y pechera amarilla, negros enjutos y afilados, negros achinados y de profundis conurbanis que miraban a sus hermanitos de amarillo sin comprender absolutamente nada. Y vuelvían a su mutismo mirando para otro lado, que después de todo venían a reclamar por algo. 

Uno sigue en tren de paseo, va por ejemplo el sábado de un lado a otro haciendo esas cosas que quedan colgadas en la semana, va en el transporte público por Rivadavia viendo mesas y mesas y mesas amarillas (con esa franja verde tan llamativa que usan, vió), anque de tanto en tanto aparecen mesas de otros candidatos pero muy, muy menos. Y en ese aquelarre amarelo se va dando cuenta que Horatius triplica a la siempremaltratada Gabriela (iba a poner “Gabi” pero un “alto”  de alto respeto por gente con más prosapia y más honor impide rotundamente ponerlo, el que pueda entender que entienda). Hay mucho aparato, ¿no?

Pocas veces vi algo tan patético (si lo vi, pero impresiona más abril así la frase), un fulano de tantitantos años así como uno, soplando como un descocido para inflar los globos y decorar la sombrilla. El veterano ya andaba medio violeta, me di vuelta buscando al SAME pero por suerte no hizo falta porque tras una larga respirada los colores le volvieron. Repartir globos, enorme propuesta política. Dirán que es alegría, fe en el futuro, que la gente los recibe porque así manifiestan su apoyo… y tal vez tengan razón, o algo parecido. En el mismo recorrido, pero ya de a pie, uno ve y la experiencia le da un conocimiento bastante cierto sobre las miradas y actitudes corporales. En muchos morochitos repartiendo boletas amarillas se ve el billete, en algunos blanquitos que empilchan en la salada también. Cautivos de la derecha que fue de malón al sur de la ciudad y se los alzó en los carromatos que llevaban el rancho. De paso, ¿sabe usted cómo nombraba la indiada a la Conquista al Desierto de Roca? Decían “huinca malón”. Qué cosa…

Los militantes de veras (de derecha, amarillos) son esos que acomodan, señalan, controlan, pasan de sombrilla en sombrilla. Y otra cosa son las promotoras, ese reciclado estereotipo de la rubia tarada. 

Y usted pensará: ud Edelmiro es un resentido… 

Y quizá.
Edelmiro F.

viernes, 17 de abril de 2015

Ciudad Los HdeP




¿Qué sooomooooss?
¡kirchneriiiissstasss!
¿Qué quereeemooooss?
¡Ganaaar la Ciudaaaad!
¿Cóooomo vamos a haceeerloooo?
Eeeehhhhh…. 

¿Por qué no ganamos la Capital?... ¿por qué el Frente para la Victoria no puede ganar en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires?

Esta pregunta de fondo -aún sin respuesta aceptable- nos ha perseguido como una sombra antes, durante y después de cada elección. LA que viene no será la excepción; es mejor que podamos comenzar a responderla y pronto porque los tiempos electorales ya comenzaron a rodar. El 26 de abril próximo serán las PASO (primarias abiertas, simultáneas y obligatorias); el 5 de julio la elección de legisladores (la mitad del cuerpo, es decir, 30 bancas) y Jefe-vice Jefe de Gobierno; y el 19 de ese mismo mes la segunda vuelta para las última categoría de no haber obtenido el 50% más uno de los votos en el primer turno. 

Así las cosas, saber por qué no se gana y qué debe hacerse para ganar es un asunto de máxima importancia. No podemos ya –piensa este fulano- blandir a nuestro eterno y perdedor candidato D. Filmus que, encima, es el mejor que hemos tenido (conservó un nada desdeñable 30%, que tampoco alcanza), para sacarlo al frente de nuestros votos como si fuera el Cid Campeador. Candidatos hay, buenos y variados (tenemos preferencias, pero no es ese el objeto de la reflexión).

¿Cómo nos hemos explicado hasta ahora esta persistente renuencia al triunfo? 

Dice uno por ahí: “la Ciudad de BA es históricamente antiperonista”. Y como el kirchnerismo es esencialmente peronista, corre con la misma suerte que cualquier peronismo. Eso es porque la Ciudad ha sido históricamente radical. Es cierto que su primer Jefe de Gobierno electo fue un radical (Fernando de La Rúa); pero es cierto que antes, cuando se dependía del PEN y del Congreso de la Nación, desfilaron conservadores de toda laya, radicales y peronistas. 

Ahora si por antiperonista queremos decir “gorila”, es posible que sociológica y burdamente estemos arrimando un bochín casual. De todas formas, la fobia al peronismo no es de tal magnitud como para justificar el no triunfo, vale si como elemento a tener en cuenta. Habría que pensar en Germán González (ganador de elecciones legislativas nacionales por el peronismo en épocas de Menem) y, por qué no en gente como Santilli (senador) y Ritondo (vicepresidente 1° de la Legislatura porteña), ambos “peronistas” del oficialista PRO. 

Si alguno me dice que entonces la gente se banca peronistas sólo si se parecen a liberales (o lo sean), estamos de acuerdo, al menos en principio. 

Como razón, no me parece muy sólida, vamos a otra: “al electorado de la Capital, no le importa lo ‘público”, porque no usan los hospitales ni la educación pública. Lo “público” ha quedado para los pobres, los marginados, los extranjeros latinoamericanos residentes y sus hijos. Algo así como decía ese gran líder ignorado, Eduardo Duhalde el Malo: “para los ricos el mercado y para los pobres el Estado”.

Dado que el FPV se distingue por una fuerte defensa de lo público y un fortalecimiento de la gestión estatal, ahí estaría el entuerto. Pero ocurre que le han dado esta gestión estatal a un partido como el PRO que tiene su visión de lo público con la que muchos (mayorías circunstanciales pero mayorías al fin) coinciden. Esto es un “espacio público” que coincide con parques, plazas y jardines, veredas… cuestiones municipales que la gran política suele ignorar. La reja tan denostada (con total justicia) es un símbolo de ese espacio “protegido”, resguardado, en el que la familia y el ciudadano podrían hacer uso de su capacidad de ocio sin molestias ni problemas. Mucho ojo con tratar lo público como un “ser” y olvidar que también es un “estar”.

Hay un convencimiento sobre la incapacidad del Estado para mantener abastecidos y funcionando hospitales y sistemas de salud (paradójicamente el SAME, del que se tiene buena imagen en general, también está gerenciado por el Estado). Estado porteño que hoy está dirigido por el PRO, y sin embargo la opinión antiestatal no ha variado lo que en principio sería una contradicción, pero bué (y van…).

En cuanto a escuelas y colegios estatales, se teme a la ola incesantes de huelgas y faltazos de los docentes que, como se sabe, están avalados por un Estatuto que les permite toda clase de tropelías. En este caso, el tema se inscribe en una clara vocación antisindical de buena parte del electorado capitalino, más que en la cuestión del tipo de gestión de que se trate. 

Tampoco me parece esta sea una razón de peso suficiente…

Entonces, más argumentos: “el electorado se deja llevar por cuestiones marketineras y no ve los problemas de fondo”. Lo que digo siempre, son tarados. Las cuestiones de fondo podrían ser los enormes desplazamientos de población sobrante (léase “pobres”) hacia lejanos cordones del conurbano bonaerense; la fuerte presión del negocio inmobiliario; el acrecentamiento sin pausa del endeudamiento de la CABA, siguiendo con muchos importantes etcéteras. 

Los vecinos valorarían obras como el Metrobús que les ahorran minutos preciosos (que pueden significar cobrar el premio por puntualidad/asistencia), por el artilugio de armar carriles exclusivos para los bondis de siempre y llevando las paradas de dos a cinco cuadras.
Los vecinos disfrutan paseando por un Norte bello, Palermo por ejemplo, mientras el Centro y Sur de la Ciudad se degradan sin parar. Cierto, pero pasean por el Norte, se dijo, ¿por qué habrían de pasear por lugares feos? 

Razones, razones, y ninguna que explique…

Vendría a ser que el electorado de la Capital es gorila, veleidoso, una basura de gente… liberales, fascistas. No digo que algo de todo esto no sea parcialmente cierto, pero de ser así absolutamente lo que deberíamos hacer es irnos a otro lado y tratar de aislar a esta manga de hijos de puta para que no contaminen al resto del país. Un elitismo al revés.

Dicho todo esto (y mucho más que el decoro recomienda no escribir, máxime si uno busca juntar voluntades), no podemos ir al electorado con la propuesta de “usted es un hijo de puta, y votarnos sería un buen comienzo para dejar de serlo”.

En primer término, los males existen, no estamos locos. El Estado del neoliberalismo representado por el macrismo ha puesto a la Ciudad en una peligrosa situación. Deuda, falta de controles, corrupción, super negocio inmobiliario, todo eso ocurre y empeora. Ocurre que el macrismo le ha dado respuesta a muchos temas que los porteños reclamaban…

Hizo la Policía Metropolitana, y la gente lo quería. Es cierto que se formó con retazos de la dictadura y mano de obra desocupada de la bonaerense. Es cierto que es brutal, ineficiente y temible si se mete a reprimir la protesta social. Pero los ven por la calle y algo los calma. Encima, haberla  hecho a contramano de la Nación (se fogoneó hasta el cansancio esta “certeza” ) vale como virtud de independencia. La Ciudad amarilla aparece como la maltratada por un kircherismo revanchista que espera que los problemas de seguridad le revienten en la cara al hijo de Goldsilver. El lo resolvió, en lugar de llorisquear porque no le daban los recursos (y bastante berreó). 

Con el quilombo de manos y contramanos, doblemanos y el rediseño del microcentro (que quedó bien), lograron alguna efectividad. 

¿Marketing? Claro que hay, es el gobierno en obra permanente que inaugura lo propio, lo ajeno, lo electoral y todo lo que puede. Lástima que no lo hagamos nosotros. 

Aparte de nuestras ingenuidades (pensar que Mauricio es Macri, como para desenmascarlo y encima suponer que es un inepto que no entiende nada… y la verdad es que nos está sodomizando desde hace siete años), cargamos con un piano por Florida. Digamoslo: la gestión del progresismo aliancista con ser superior en muchos puntos al gobierno actual, fracasó y terminó en tragedia. No es fácil, entonces.

Algunos opinan que hay que parecerse, es decir, tomar un poco de lavandina. Sería un grave error, el original siempre va a ser el neoliberalismo, por más que nos disfrazaramos de turros con compostura no nos sale (y es una suerte). 

Tenemos una nueva oportunidad de comenzar a plantar una fuerza sólida y coherente en la Ciudad. Porque, salvo que ocurra un milagro, no vamos a ganar. 

El kirchnerismo de la Ciudad es heterogéneo, está conformado por el peronismo (con un PJ que supo ser de los que se sentaban al fondo del aula) que va a mejor; por el progresismo experimentado y que aprendió de los errores (propios y ajenos); por retazos de alfonsinistas que no se entregan al aquelarre de la UCR. Una composición sumamente interesante. 

Arrancamos con un piso alto (o que no es bajo). Siempre se dijo, mal y pronto, que la Ciudad era un 30% progre (metían ahí al peronismo), un 30% de derecha convencida y un resto flotante que iba de uno a otro y conformaba mayorías. No veo que haya cambiado demasiado, por más que las circunstancias pendulares le den una mayoría a la derecha. 

Eso si, debemos ser quiénes somos y mostrarnos así. Somos kirchneristas (en general), con un proyecto nacional que fue probado durante doce años y algo tenemos que decir. Digámoslo. Mostremos un programa y una fuerza militante. 

En un tiempo –si no es ahora- podemos pasar de ser la Ciudad amarilla decorada de bicisendas y carriles de metrobús a una Autónoma y a la vez Ciudad Federal de todos los Argentinos. Una Buenos Aires “atendida por sus dueños”.

Edelmiro F.

lunes, 15 de agosto de 2011

Informe sobre ciegos y locos (corresponsal desde Tierra K)

Empecemos con Pinedo:

"El mensaje, a primera vista es que hay un voto castigo importante a la oposición, por no haber generado una alternativa realmente competitiva", dijo Pinedo en declaraciones formuladas a radio Continental. "El resultado es producto de una división de la oposición que no tiene una explicación desde el interés general", agregó y explicó que la oposición priorizó "los intereses particulares de distintos grupos, que optaron por dividirse pensando en obtener algunas ventajas grupales más que generales".

Dígame señora s este párrafo no contiene todos los indicios como para otorgarle uno de los bastones blancos al nieto del infame ministro. ¡Un voto de castigo a la oposición! ...¡no tiene explicación desde el interés general! Ciego y loco también diría. Ataradado está bueno también.


Por su parte, el jefe del bloque radical en el Senado, Gerardo Morales, evaluó que el resultado de los comicios de ayer "no es irreversible", pero reconoció que "es un llamado de atención importante"...
aceptó que "al no expresar el resultado un segundo claro ganador, un empate técnico entre Ricardo Alfonsín y Eduardo Duhalde complica las cosas para octubre"

¡Un segundo claro ganador! ¡Dígame señora si no impresiona!

O sea, ellos, los adalides de "la gente", desconocen por completo el derecho de ésta a elegir por razones que van más allá de echar los K, además, algunos votan teniendo en cuenta sus ideas, incluso los que votaron a Duhalde. Y el evidente grado de delirio de estas afirmaciones de campeonato (un voto de castigo a la oposición....)

Párrafo aparte merece Carrió, quien después de lo de ayer no merece ni siquiera un (des)calificativo. Con leer ésto del año 2002, cuando instruía a sus partidarios para desarrollar ideas que después los Kirchner llevaron a cabo; a ver el camino recorrido ideológico y declamativo que desemboca aquí, en su práctica desaparición del escenario político.

¿Y los de Binner y Stolbizer, festejando el 10% como si hubieran ganado? Y Binner bailando es immmmpagable....

Y por el lado mediático, la impotencia desemboca en el liso y llano insulto aunque se lo intente disimular; para muestra, esta joya de Van der Kooy (el holandés errante, de tanto que la erra)

Mechó sus palabras con evocaciones emocionales y afectivas, en especial cuando recordó al ex presidente y aludió a sus hijos. Pero queda instalada la duda de cuánto tiempo logrará conservar esa cordura 

Y el holandés que erra se permite esa falta de respeto -llamar loca a la presidenta- horas después de que Cristina haya superado el 50%de los votos en una elección con récord de participación. Digame señora si no es para que un familiar de la presi no lo espere en la calle para pedirle "a ver si me lo decís en la cara".

Mientras tanto, uno respira. Tantas cosas que por un tiempo más perdurarán, mejorarán. Seguiremos soñando, seguiremos construyendo. Seguiremos viendo el Canal Encuentro. Seguirá viniendo Lula a sentirse como en casa. Seguirán chilenitos y chilenitas viniendo a estudiar, porque la educación es la mejor y es gratis hasta para ellos, extranjeros que vienen porque justamente acá, en tierra K, dejan de ser extranjeros. Ahora la yegua quiere que haya una ley para que nosotros, los caballos y burros que somos su tropa, pastemos en tierras argentinas que pertenezcan a argentinos. Es que no tiene límites la mina.

¡Qué suerte que no los tenga!!!!!!!

RH