sábado, 5 de junio de 2010

La naturaleza, también contra Clarín

Hace unos días me preguntaba que habría sido del escándalo de las comisiones por exportaciones a Venezuela, noticia inventada en el esfuerzo diario que hace Clarín para, como sea, crear un estado de opinión hostil al Gobierno y así desviar la atención sobre los temas que acosan al grupo. Por supuesto aprovecharon para meter al inefable Antonini, quien salió inmediatamente a decir "¡de ahí era la plata que traía!", cosa que él sabía de antes, pero como el Warren Sánchez de Les Luthiers, (y usando el mismo acento de Miami), "por humildá" no lo había querido decir. Una de las truchadas habituales de Clarín: no hay límites en su accionar.

Y la noticia no era tal; tanto no lo era que los supuestos implicados salieron a desmentir, incluida la Cámara de Fabricantes de Maquinaria Agrícola.  Hubo que explicar qué es el trading, que es como explicar qué son los derechos de aduana, los gastos de transporte, los impuestos, etc. Obviedades que el grupo Clarín trató de hacer pasar como sospechosas.

Y la noticia que no era tal desapareció, al punto de que Héctor Huergo, director del ala sojanista de Clarín y punta de lanza del grupo en su combate a la 125, escribió esta especie de descargo en el cual, sin dejar de repartir mierda, dice que es obligación de los periodistas investigar si... blábláblá. El ingeniero Huergo (¡qué nombre!) es, además de director de Clarín Rural, presidente de la Asociación Argentina de Biocombustibles; por tanto, directamente interesado en la vía libre al transgénico. O sea, don Huergo no es un pichi, de hecho es seguramente el hombre más poderoso del grupo después de Magnetto; así que para que lo llamaran al orden debe haber pisado callos importantes en su propia cancha.

Yo había visto en "El mundo según Monsanto" (pueden verla pìnchando el nombre) cómo un algodón transgénico de Monsanto en la India había fallado después de dos temporadas, llevando a la ruina (y en algunos casos al suicidio) a miles de campesinos. Como ave de mal (kun) agüero que a veces soy (eso sí, alimentada con semillas no transgénicas), me pregunté si algo así no podría pasar con la soja transgénica de por aquí.

Pues resulta ser que mi amigo Luis publicó hoy en su blog Stop Soja que en EEUU, miles (muchos miles) de hectáreas de soja RR, nuestra amiga motora del rechazo a la 125, tuvieron que ser abandonadas porque el roundup -glifosato-, el pesticida matatodo de Monsanto, no pudo con el amaranto, "mala hierba" ya utilizada por los aztecas por sus múltiples propiedades, entre ellas, mayores propiedades nutricionales que la soja.

Esta noticia ya es más o menos vieja, da vueltas por blogs desde hace unos años, y en revistas ya algo más importantes como la francesa Future sciences. Se cuenta en la nota además que numerosos productores de soja de Georgia quieren volver a la soja NO transgénica; un comerciante de granos cuenta incluso que la RR desapareció de su catálogo. Fuerte, porque una de las maravillosas costumbres de Monsanto es hacer firmar a sus compradores un compromiso de no replantar las semillas obtenidas en la cosecha, so pena de cárcel por violación de propiedad intelectual; la RR que plantes sólo puede ser adquirida a Monsanto.

La cuestión es que yo no sabía nada del tema del amaranto hasta que Luisito lo subió hoy a su blog. Podría haber quedado ahí, como tantas noticias que se publican sobre los efectos ambientales del uso de transgénicos, pero... algo más debe estar pasando. Por esas cosas de la vida tuve que bajar y hacer cola en una ferretería. Tenían encendida la radio, así que mientras esperaba me puse a escuchar.  Y... ¿quién estaba? Les doy una pista: hablaba de las ventajas del transgénico, el progreso, ¡hasta de la soja como fertilizante natural!, blábláblá. ¡Pues sí, acertaron, el ingeniero Huergo!!! ¿Y dónde? En FM Identidad, la fm del Hombre Bicentenario, Pepe Eliaschev.

¿Es casual?

Imposible. Como titula su blog un compañero, nada es casual. Algo debe estar pasando para que el propio Huergo salga de su caverna transgénica. Puede que el amaranto también le haya declarado la guerra al monopolio.

Y tampoco sería casual: porque como leemos aquí :

Una teoría bastante popular afirma que el origen de la palabra Caracas proviene del nombre de esta planta, el amaranto, tal cual lo pronunciaban desde épocas prehispánicas los habitantes de la zona conocida por el mismo nombre: el valle de Caracas. Ellos llamaban a esta planta "caraca".
 
 El compañero Chávez nunca nos abandonará.

RH

5 comentarios:

  1. Las sojas transgénicas, al no haber pasado el período de evaluación (merced al "per saltum" que Felipe Solá) por parte de los organismos oficiales de evaluación, resultaron susceptibles a una enfermedad (la "roya de la soja") que se debe tratar con costosas fumigaciones con productos fungicidas que vende... Monsanto...

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  2. Y el amaranto es la venganza aborigen, volveré y seré millones dijo tupac Amaru.

    Y como el amaranto no es RR, es una gran povocación para las semilleras, de yapa como bien dice compañero, es un asemilla bastante rendidora como alimento, y no posee antinutrientes como la maldita soja.

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  3. Donde puse RR quise decir modiicado geneticamente, aunque visto es que sí es RR (resistente al glisfosato)

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  4. buen artículo para los que no sabemos nada de estas cuestiones. Que quede como un homenaje a los periodistas de verdad, esos hijos queridos de Mariano Moreno, que opinan, investigan y toman partido y además te lo dicen. Un homenaje en espejo, porque esta entrada -antes de meterse en los detalles de los transgénicos que es lo que vengo a aprender del asunto- comenzó demostrando la clarincrecía (o hipo también) de inventar noticias con el sólo objetivo de desprestigiar gobiernos que no sean cómplices y/o se arrodillen ante el multimedios. Ud sigue prestigiando al blog.

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