Uno se pregunta ¿Y por qué siguen, y siguen, si no podrán ganar nunca, y es imposible que no lo sepan? Y, será que lo que a ellos les importa es "seguir y seguir". "Seguir y seguir" es estar. Estar, para hacer otras cosas. Son abogados. Viven de lo que puedan pescar ahí, en juicios contra el Estado, en carancheadas. Es su coto de casa, su club de pesca.
Néstor y Cristina fueron abogados para hacer política. Salta a la vista.
Estos, hacen política para su vida de abogados. De "consultores". De "asesores". Toda esta pantomima de la política, que no les interesa para nada, más que para alimentar los conflictos de los que ellos viven. Si son tan estúpidos que ya ni disimulan, no hay propuestas, sólo destrucción, "poner límites". Revolver el río. Quemar el bosque.
Estaría bueno revisar todas las causas,, las listas de clientes de los despachos de todos estos, Gil Lavedra, Terragno. Carrió, que en un reportaje de hace años en Noticias decía que vivía de una plata que había ganado en un juicio al Estado. "Por modestia", no dijo cuánto. Y el "periodista" de Noticias ni se le ocurrió preguntar qué juicio, repreguntar cuánta plata. Era accesorio, dentro del glamoroso reportaje a la glamorosa diva inflame. Imprescindible que algunos Verbitsky's -unos sólo no alcanza para tanta porquería- se pusieran a confeccionar los listados de la infamia, las tablas de la -no ley, en donde figuran todos los conchabos entre esos impostores que se hacen pasar por políticos y no proponen nada y ni siquiera participan en las votaciones, porque están atendiendo sus kioskitos vergonzosos.
Es otra vertiente de la apropiación, de la inermidad -no sé si existe- en la que dejó al Estado el caos del liberalismo, para que sus propios remedos de legisladores puedan parasitarlo una y otra vez. Uno ve a ese Estado agonizante, en respiración artificial que nos legaron, y ve ahora, como va generando anticuerpos.... Pero aún están ahí, esos virus, esas enfermedades de nuestra sociedad que son esos que no legislan pero que multiplican los conflictos porque viven de ellos.
Hay una parte importante de la sociedad que vive, sin saberlo demasíamente, del miedo, de la inseguridad, de la desgracia. Inevitablemente, para ellos un nuevo Estado que reduzca esas pesadillas es una amenaza. A esos es a los que hay que reeducar. A ver cómo.
Pero a no desviarse; hay que mostrar qué son de verdad todos estos no-legisladores. Aislarlos, y neutralizarlos.
Falta mucho. Pero falta menos.
RH
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