miércoles, 5 de agosto de 2015

HAY QUE ENTENDER

...lo siguiente. Que es que todas estas operaciones, contra lo que podría suponerse, no son para favorecer a un (otro) candidato.

Son para seguir generando caos, que es su alimento, su razón de (no) ser.

Hay (otros) candidatos que creen que esto los favorece.

Error.

Esto puede que los posicione mejor, en ventaja respecto del "siniestrado", pero el maelstrom mediático los arrastrará a más tardar un año después.

Estos poderes viven de eso, medran en y del continuo remolino, lo aventan, lo engordan y adelgazan con mimo; casi amorosamente observan al tornado formarse en la masa nubosa y con dedos hábiles lo bajan a la pobre Tierra; disfrutan del sendero de destrucción por ellos provocado, mientras planifican cómo relatar sus anónimas tropelías a los mortales sobrevivientes obteniendo así la máxima rentabilidad en oro y miedo; y también gozan con la confusión de sus supuestos favorecidos, que se encaraman en columnas con pie de barro, siempre a  punto de desmoronarse socavadas por el propio amo del caos.

Caos.

Caos.

No hay ningún plan, apenas una rutina que se prolonga sin fin en su hábito destructivo. Un rebuscar en la caja de los males, hurgar a ciegas para sacar otra desgracia y echarla encima de una sociedad indefensa.

No hay que olvidar esto: el caos es nuestro mal, nuestra enfermedad. Luchamos para curarnos, y es cierto que luchamos, más que nadie lo haya hecho en estos tiempos de complicidad con el Amo. Hay que transformar esa lucha en Historia, para que los que sigan sepan que eso ocurrió, y sepan que el caos OCURRIÓ, y fue provocado por los mismos que en ese futuro imperfecto ocultan su (pre)existencia.

Deben saber -los que nos sucedan- que los espantajos que agitan un nuevo orden al graznido de "cambiemos" son apenas una fachada, un decorado.

El caos se agita orgulloso detrás.Sonriendo impúdicamente por disponer de tantas herramientas, tantas facilidades.

No podrán.

(Terminarán como Pachorra)


RH

1 comentario:

  1. Es que no les resulta nada fácil contemplar un horizonte de continuidad de la maldita pesadilla que se inició el 25 de mayo de 2003.

    Si hasta el empleo de sus cientos de medios para multiplicar mentiras y amenazas instigando miedo, resulta que día a día se vuelva más y más inútil.

    Aunque es alarmante su grado de desequilibrio y prepotencia y su falta absoluta de moral y ética que puede llevarlos a cometer cualquier otro desastre, a falta de una salida decorosa que ni la parte hiper-recontra-corrupta del Poder Judicial podrá proporcionarles.

    Pensar que estuvimos indefensos en manos de estos delincuentes durante décadas. Tanta desesperación deriva de tener que asumir un cambio de época en la que ya no son ellos los únicos que dan órdenes.

    Jamás pensé en poder disfrutar de semejante CAMBIO.

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