Para empezar, lo que dicen los propios chilenos.
El presidente Sebastián Piñera dijo que “el sistema carcelario es una vergüenza” y prometió “analizar el tema”. La Iglesia católica señaló: “estamos ante una realidad criminal” y las organizaciones humanitarias reclamaron la aplicación de una política de humanización que tenga la premisa de la rehabilitación integral de los presos.
Para los que todo el tiempo hablan acá de la necesidad de tener un Estado mínimo (para ellos, un estado Mínimo), "como los chilenos":
...El presidente nacional de los guardias de prisiones, Pedro Hernández, dijo que era un crimen que apenas seis guardias cuidaran a 1960 reclusos, y acusó al gobierno de no escuchar sus reclamos
Para los que piden mano dura, (todos a la cárcel):
...La defensora pública, Paula Vial, señaló que los fallecidos eran en su mayoría reclusos primerizos y “reos de baja peligrosidad”. La funcionaria se detuvo en el caso de Bastián Arriagada, un joven de 20 años que estaba en prisión preventiva por venta de películas piratas. En forma indirecta, Vial recriminó a los sectores conservadores “que creen que los problemas de la famosa inseguridad se arreglan con mayores condenas, que a lo único que conducen es al hacinamiento y el empeoramiento de las condiciones de detención”.
Reléase lo marcado en rojo en el último párrafo: Paula Vial dice la famosa inseguridad. Puede inferirse con claridad que los sectores conservadores y sus simbióticos amplificadores mediáticos están todo el día con el tema. De hecho, fue uno de los caballitos de batalla de la campaña de Piñera, quien, oh casualidad, era dueño de un canal de televisión, Chilevisión, hasta hace muy poco.
Este post no va contra Chile, ni tampoco (particularmente) contra Piñera. Simplemente va sobre algo que ya se hizo patente durante la crisis de los mineros: esa "prosperidad", esa "seriedad" , esa "ejemplaridad" de Chile son una prosperidad, seriedad, ejemplaridad para unos pocos. Debajo late desde hace décadas el corazón del neoliberalismo: explotación aquí y ahora de todo lo que se pueda, quitándose todos los lastres posibles y los que queden en el camino, cuanto antes mejor. Sobran.
RH
Justo antes de ver la noticia de esa tragedia habia leido que en 9 meses de gestion de la derecha chilena , Sebastian Piñera habia despedido 7000 empleados . Agrandar el estado es aagrandar la nacion no? Y achicar el estado es achicar la nacion .
ResponderEliminarUn abrazo