martes, 28 de junio de 2011

Clarín: Marcos Novaro, "investigador del Conicet"

En esos cuadraditos que suelen concentrar las infamias del gran diario argentino -los columnistas-, aparece hoy Marcos Novaro, presentado como investigador del Conicet y director del Centro de Investigaciones Políticas (¿a que están impresionados?), y que firma la columna Los vices de Cristina dicen mucho, tal vez demasiado

El primer párrafo nos ilustra sobre la objetividad y el uso de lenguaje científico de investigador del Conicet:

Bastó que Cristina Kirchner inaugurara su campaña, que como candorosamente confesó empezó en verdad el pasado 27 de octubre, para que volvieran a aflorar sus peores costumbres. Dos actos públicos, el del día de la Bandera, donde no sólo no se dejó hablar al intendente rosarino y al gobernador socialista, sino que se untó de escupitajos al candidato a reemplazar a este último, y el uso del insólito plan “LCD para todos” como excusa para anunciar la candidatura , dejaron ver de nuevo su natural inclinación al autobombo, el desprecio por los adversarios y el abuso de las instituciones con fines partidarios.

Un análisis político de primera categoría oiga. La columna del científico se extiende por el mismo montón de lugares comunes que suele transitar el gran diario argentino, o sea, Shoklender, D'Elía, Scioli humillado, y toda la lista de banalidades incomprobables a que nos acostumbran sus objetivos y renombrados columnistas. En la nota, que supuestamente va de vices,  no se detiene en ningún instante en Boudou himself; como si no existiera. Ni para disimular. Quien escribe es historiador, es sociólogo, es investigador del Conicet. Sobre el hecho en sí mismo, nada; el prejuicio es quien dicta la nota y sobre este pre-juicio se contruye todo lo posterior. Muero por leer sus libros.

Una de las mejores, es la chicana de "... aun cuando quiere ser pragmática, Cristina no puede evitar leer el mundo con anteojeras",  Un aburrimiento este tipo de descalificaciones, tan desmentidas por la realidad.

Pero vamos a este párrafo:

Sería de todos modos de interés saber qué pasó entre Cristina y Capitanich: si él planteó condiciones inaceptables para ella sobre el funcionamiento del gobierno y la sucesión; o ella lo usó para dejarle en claro a los jefes pejotistas que su dedo basta para elevarlos, o devaluarlos.

¿Y por qué es de interés este párrafo? Veamos entero el reportaje que le hizo al científico La Nación el 1 de julio del 2009.

Para el sociólogo e historiador Marcos Novaro, los esposos Kirchner destruyeron su propia herencia. "Es interesante trazar un paralelo entre Néstor Kirchner y Carlos Menem. Los dos se fueron transformando en parodias de sí mismos y en los peores defensores de su herencia. Los Kirchner no eran tan ideológicos cuando tenían éxito. Eran, más bien, pragmáticos. Lo mismo Menem: se fue transformando en un neoliberal furioso, pero no había sido así al principio. Habría que preguntarse por qué tanto Menem como Kirchner terminaron destruyendo su herencia." 


En la entrevista con La Nacion, este profesor de Teoría Política en la Universidad de Buenos Aires, de 44 años, vaticinó que el Gobierno deberá pagar caro el apoyo político recibido de los gobernadores, del mismo modo que sucedió con Menem después de la derrota de 1997: "Un ciclo se termina y se abre otro, en el que habrá nuevos debates, líderes y conflictos y en el que, necesariamente, tendrán más peso las provincias. La política argentina suele tener ciclos pronunciados de poder concentrado en torno a líderes fuertes en el gobierno, seguidos por etapas de provincialización, fragmentación de partidos y federaciones de caudillos locales. Entramos en la fase de predominio de los caudillos locales. Pero con un riesgo: que pasemos abruptamente de la concentración política a la desconcentración caótica, y que ese desorden político se replique en un descalabro fiscal", advierte Novaro, investigador independiente del Conicet y director del Programa de Historia Política del Instituto Gino Germani en la UBA.


Novaro tiene especialización en Ciencia Política en el Centro de Estudios Constitucionales de Madrid, y un doctorado en Filosofía de la UBA. En 2007, ganó la Beca Guggenheim y un año antes publicó su último libro hasta hoy, Historia de la Argentina Contemporánea . Dirige el Centro de Investigaciones Políticas (Cipol), desde el que difunde sus ideas a través de un blog: El agente de Cipol . 

-¿Cuáles serán las claves en esta etapa de auge de los caudillos territoriales?

-Será más fácil para los gobernadores la formación de mayorías en el Congreso. Y, claro, tener compensaciones financieras por el apoyo político al gobierno nacional. Es probable que al Gobierno no logre aprobar leyes que mantengan su salud fiscal (como la ley del cheque, el presupuesto, los superpoderes) a menos que esté dispuesto a dar mucho a cambio. Uno de los problemas serios de este escenario, que habría que tratar de evitar, es que se reproduzca lo que le pasó a Menem en su segundo mandato, en el que también tuvo un auge federal con la derrota de 1997. En una palabra: hay peligro de pasar de la concentración del poder a la desconcentración caótica, y de que ese ciclo político desordenado se reproduzca en un ciclo fiscal de desequilibrio creciente.

-¿Cuánto se tardará en construir una nueva mayoría política?

-Eso depende de muchos factores: de cómo el Gobierno absorba el golpe, que fue inapelable e irremontable -creo que la renuncia de Kirchner a la jefatura del PJ fue una buena señal-, de cómo se produzca la transición dentro del peronismo, de cómo se resuelva la lucha por el liderazgo y de si se reunifica la UCR. Estamos ante un panorama plural, dinámico y de conflicto: una nueva mayoría tardará en aparecer porque hay mucha competencia intrapartidaria e interpartidaria. Una clave será cómo resolverá el PJ su crisis interna y si lo hará dentro del peronismo o trasladará su interna, una vez más, a la sociedad. El cierre de este ciclo dependerá de todos esos factores. Los Kirchner se han ido convirtiendo en una parodia de sí mismos, igual que Menem. Cuando tenían éxito no eran tan ideológicos. Eran más pragmáticos, más moderados: un poco de Lula y un poco de Chávez. Lo mismo con Menem: con el tiempo, se fue convirtiendo en un neoliberal furioso. No había sido así al principio.


-La oposición acusa al Gobierno de autismo. ¿Qué pasa si se fortalece la fórmula de un kirchnerismo aislado del peronismo?


-Si se resisten a tomar medidas que sinceren la situación y siguen con esta táctica de tapar los problemas con soluciones absurdas, podemos asistir a la continuidad de un kirchnerismo populista cada vez más alejado del PJ. Y a que el PJ no quiera colaborar en esas condiciones. Será un gobierno que pierde sustento institucional, que se aísla de la opinión pública y sigue con su tesitura: si la opinión pública no nos acompaña, ya van a ver qué va a pasar. Seguramente, encontrarán los intelectuales adecuados para argumentar en estos términos y darle pasto a esa idea. Ahí, los problemas objetivos puede que no sean tan graves, pero la política puede convertirlos en graves.


-No habló todavía del PJ. ¿Qué pasa si no resuelve rápidamente el problema de su sucesión? Duhalde vaticinó que el próximo presidente no será peronista...


-Bueno, eso sería en el caso de que el Gobierno enfrentara muy mal la crisis y de que, a la vez, el PJ se fragmentara mucho. Entonces, en el marco de una crisis mal llevada por un gobierno de signo peronista, más la imposibilidad del propio PJ de articularse, ahí quedaría abierta la puerta para una coalición no peronista. Me parece el escenario más improbable.


-Algunas interpretaciones de intelectuales oficialistas describen al kirchnerismo como una fuerza transformadora que no pudo imponer un nuevo orden y que uno de esos obstáculos fueron los medios. ¿Cómo lo ve?


-Absurdo. Al contrario: creo que el kirchnerismo es una fuerza profundamente conservadora que quiso cambiar la política, pero no pudo cambiar las políticas. Me refiero a las políticas públicas: hay ministerios que están dibujados. Por lo demás, la Argentina no es un país con un orden consolidado que hay que destruir, sino que lo que predomina es el desorden. En todo caso, si algo hace falta es construir un orden nuevo, con sus propias reglas del juego.

Bien. La verdad es que no sé para que marqué los rojos; no hay prácticamente nada que rescatar. No pegó una. Pero una de las mejores es confontar su vaticinio : "el Gobierno deberá pagar caro el apoyo político recibido de los gobernadores" con lo dicho ahora en el gran diario argentino, "ella lo usó para dejarle en claro a los jefes pejotistas que su dedo basta para elevarlos, o devaluarlos."

Qué caro que lo pagó Cristina, su dedo es suficiente.

Cómo se pueden decir tantas boludeces.

Dos explicaciones: una; es investigador independiente del Conicet, en la misma medida que el gran diario argentino es prensa independiente; la otra ¿qué se puede esperar de un investigador que ponga CIPOL a su "centro de estudios", e incluso llame a su blog "político" el agente de Cipol? (no esperen que les ponga el link, busquen si tienen ganas de masoquearse)

Pero algo que habla de que se trata de una ceguera intencionada, la frase:  

la Argentina no es un país con un orden consolidado que hay que destruir,

Justamente sí hubo un orden consolidado durante 200 años, que alcanzó su auge cuando se escribió esta segunda nota (1/7/2009).

Desde entonces estamos enfrentándonos a él, cada vez con mayor éxito.


RH

8 comentarios:

  1. mirá cómo será que llamé al Conicet para ver si era cierto, y efectivamente, figura como investigador independiente...

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  2. Debe ser un investigador independiente de la realidad.
    Igual me da un poco de miedo que un historiador sea tan ignorante de sus propias "anteojeras ideológicas" al punto de terminar analizando la realidad con la profundidad de una discusión de cola de banco o de charla de café.
    Edward Carr (un historiador británco) decía que cuando uno lee a un historiador debe observar con qué pie cojea: si no podemos descubrirlo es que estamos ciegos o que el historiador no camina. En éste caso no termino de decidirme si se cayó de tanto inclinarse para el mismo lado o si no tiene pies...

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  3. El tipo fue asesor de Stolbizer y creo que de Fernández Meijide. Y escribió libros bajo la dirección de Luis Alberto Romero (quien siempre fue anti peronista). Luis Alberto es un historiador bastante malo, por lo poco que he podido leer de él. Su padre era mejor.

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  4. La mediocridad, para algunos es normal... Y bueno, hay que tener con quien contrastar....

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  5. Muy buen post.
    Anduve leyendo el blog de Novaro y, la verdad, parece un think tank para LA NACION.

    Abrazo.

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  6. Marcos Novaro escribía junto a Vicente Palermo, dos antiperonistas de larga data, independientes? no me hagan reír! Títulos muchos, eso sí! pero también Obama es premio nobel de la paz...

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