Esta mañana, un poco de desazón, un poco de hartazgo. Nudo en el estómago.
La pregunta:
¿Cómo puede ser que estos tipos nos sigan teniendo pendientes todo el tiempo de ellos, de lo que ellos digan o hagan o dejen de hacer?
Pensaba en todo lo que quería (mos) hacer y tengo (tenemos) que hacer, más gratificante, más..."futuro" en lugar de estar haciendo esto que hago ahora, mismamente.
¿Por qué uno tiene la sensación de que todo depende de esto, de que es una batalla por la supervivencia?
Porque de pronto, a través de la noticia que comienza con este título:
"UNA SORPRESA EN LA HISTORIA DE CICCONE
En la investigación que lleva el juez Ariel Lijo están rearmando el entramado de accionistas de la calcográfica. La empresa que junto con Clarín administra Cablevisión le compró a Ciccone un paquete de acciones que volvió a vender."
...asoma la súbita conciencia, preexistente por la sensación de la que hablaba al comenzar, de que QUERÍAN QUEDARSE CON TODO.
Y todo es TODO (vuelvo a sentir ese nudo en el estómago, más acentuado). Querían quedarse con la Argentina.
Néstor, que los había tolerado porque no podía hacer otra cosa, tomó esa conciencia cuando Clarín le exigió quedarse con Telecom, y ahí se plantó. Se dio cuenta de que eso, que parece inverosímil, era la pura realidad.
Y ahora, es mucho más visible, más tremendamente evidente.
Porque empieza a tomar forma la horrorosa idea de que toda esta crisis, que comenzó aquí en los 90, provocó un colapso aquí en el 2001 y siguió arrasando y estallando hacia arriba como ocurre ahora mismo, es un plan diseñado y ejecutado por una asociación de los poderes financieros con los multimedios del mundo, para lisa y llanamente, apropiarse de todo.
Que Clarín fue y es protagonista de todas las crisis de este país, que las fogoneó y provocó, eso ya lo sabíamos. Que usó y usa todas las herramientas en su mano para intoxicar a la opinión pública, también.
Pero impresiona que eso fuera para quedarse con un país entero.
Porque la realidad es que Clarín quiso quedarse con todo. Las comunicaciones, los alimentos, la impresión de moneda. Y la administracon de la violencia, "la inseguridad". Todo. Cuando aparezcan -que aparecerán, como ya vimos ayer con los "ruralistas" gringos como sustento y beneficiarios del fondo buitre ATFA- las relaciones de Clarín con los poderes financieros involucrados en las sucesivas crisis argentinas desde los 80, se comprenderá hasta donde llega esta trama. Y que esa trama se replica en todos los otros países y en las instituciones supranacionales.
Como si se estuviera llevando a cabo una planificada venganza contra el intento de socialismo que planeó sobre el mundo en el siglo XX, cuyo triste final conocemos.
Como si dijeran: "¿Querían que todo fuera del Estado, y través del estado, de los pueblos? ¡No les vamos a dejar nada más que una ilusión de libertad dentro de sus casas, en un mundo de pesadilla de nuestra propiedad!"
Pero volvamos acá, dejemos la melancolía. Los tipos querían quedarse con todo.
Los descubrimos.
Hay que seguir denunciándolos, hay que tratar de enseñar hasta a los casos que nos parezcan casi perdidos.
Tenemos que pensar en "la posguerra".
RH
Y con el fogoneo que aún falta va a ser más difícil que nunca ignorarlos. Se vienen otras batallas. Distintas, pero igual de jodidas.
ResponderEliminarLos que se sienten dueños del país no renuncian a él tan fácilmente.