Subió al estrado.
En su mirada brillaba la pasión fanática que sólo alcanzan los que, usando la mano invisible del mercado, practican al sojanismo varias veces al día.
En su mirada brillaba la pasión fanática que sólo alcanzan los que, usando la mano invisible del mercado, practican al sojanismo varias veces al día.
"¡NO NOS RETENDRÁN!" fueron sus primeras palabras, que desataron el delirio entre sus seguidores.
"Intentaron ponernos límites, pero no pudieron."
"Intentaron ponernos límites, pero no pudieron."
"Ustedes, que hace dos años caminaron desde sus pisos y mansiones hasta el monumento de los españoles, ahora, en una nueva muestra de patriotismo sin límites, caminaron cuatro cuadras más hasta acá. Eso demuestra que esta tierra es nuestra, en propiedad o bajo arrendamiento."
"Sabemos que hay pobres en ella, y eso nos entristece profundamente. Es responsabilidad de este Gobierno corrupto, que pone trabas a todo. Confiamos en que quienes lo sucedan -abarcó con su mirada a la elite de parlamentarios sojanistas que lo acompañaban en el acto- tomen la inciativa y den el paso siguiente, que es la exportación masiva de pobres sin elaborar. Es una gran oportunidad que este país, y me refiero a éste -dijo mirando al público que lo contemplaba arrobado- no puede ni debe desperdiciar. Si esto no se decide inmediatamente, tendremos que aplicar la solución final al problema de la pobreza, que se encierra en los versos sojánicos de la profecía."
Puso los ojos en blanco, y comenzó recitar, una y otra vez:
"Yo glifosato
Tú glifosatas
Él glifosata
Nosotros glifosatamos
Vosotros glifosatáis
Ellos mueren"
La letanía fue extendiéndose entre todos los que allí estaban. Lo que al principio arrancó como un murmullo fue derramándose en una ola extática que invadía a los presentes; gemidos de placer podían oírse de una forma cada vez más nítida en un crescendo que rozaba la histeria colectiva. Cuando el coro se hizo atronador, Monsanto de la Espada levantó las manos hacia el cielo, y gritó una vez más:
"¡NO NOS RETENDRÁN!"
Acto seguido, se retiró entre vítores.
Aplausos no hubo; los presentes tenían ambas manos ocupadas practicando el sojanismo.
RH
Muy divertido.
ResponderEliminarCualquier parecido con el mesianismo carriotista no es pura coincidencia.
Genial lo de la "exportación masiva de pobres sin elaborar". Como para que no le digan que este país quiere ser sólo agroexportador, ¿no?
Un abrazo.
Cuando vivía en España y tenía que escuchar las boludeces sobre que los extranjeros iban a quitarle el trabajo a los españoles, yo decía que estaba de acuerdo, y de que, no sólo había que expulsar a los extranejros, sino también a los españoles desocupados, a los jubilados que eran una carga para sus familias y para el Estado, etc. Debo reconocer que me miraban raro.
ResponderEliminarMe encantó realmente. Les gustarìa mucho hacer algo así sin eufemismos, pasa que está mal visto pero es el sentido sin dudas. Discrepo con el compañero, ¿por qué no "exportar pobres elaborados"? así se valora el trabajo argentino. Por ejemplo, pobres potenciados por el jefe de Gob de la CABA, pobres exprimidos por industriales argentinos, extracto de pobres o pobres condensados que también se hacen en algunas provincias nuestras. En fin, hay mucho por hacer poniendole voluntad.
ResponderEliminarMuy bueno.
ResponderEliminar