viernes, 9 de diciembre de 2011

Cristina, Néstor, Nosotros

¿Por qué tanto quilombo con el Dorrego?

Dicen: 

"Quieren (quiere Cristina) cambiar la historia".

Pienso: la historia no se cambia. La historia es una. Hay distintos puntos de vista, distintas fuentes, nuevos datos que aparecen, juicios y prejuicios, sistema de valores de la cultura desde la que se habla/escribe... historiografías. Formas de escribir la historia.

Pero ché... mucho quilombo¿no? Pero al final te das cuenta que cuando arman tanto quilombo es porque lo que se está haciendo es realmente importante.

Y sí, es muy importante. porque lo que queremos saber y -lo que ellos no quieren que sepamos- es...

De quiénes estamos hablando cuando decimos "Nosotros".

Y también...

Cómo te comportarías hoy si las cosas que pasaron hace 200/100/50 (y así, y ayer) años ocurrieran hoy.

Según como lo relatás, te delatás.

Por eso ladran.

Y poniendo eso en discusión Cristina avisa:

No vamos a parar.

Y no, no vamos a parar. Estamos lejos para volver al punto de partida, y además,qué tanto. no se nos da la gana. Queremos llegar al otro lado, y siempre más allá. Y después más allá. 

Como ella. Porque ella entró en nosotros, nosotros salimos a ella.

Entrar, salir... cosas de estos laberintos que nos dejaron tantos infames, y que tantos infames insisten en enrevesarnos. Pero no pueden. Porque esta es la marca de este liderazgo que cambia la historia. El ir llevándote por un laberinto del que siempre va hallando el rumbo a la salida, porque nunca desde la 125 volvió a meterse y meternos en un callejón ciego. No, la 125 fue suficiente, uno ve su rostro de ahora y el de ese entonces y uno nota que la mayor frustración fue dejarse entrampar, no haberse dado cuenta de que personas en las que había confiado la habían hecho pasar por algo por lo que jamás había pasado, el ser humillada poniéndola al mismo nivel o por debajo de individuos despreciables, mentirosos, oportunistas. Individuos que hoy reconocen haber mentido, haberse hecho pasar por mayoría cuando no eran nadie. Pero en esa Cristina de la rabia contenida está esta persona que sintió que se había equivocado por -desde su perspectiva- no saber lo suficiente y que eso jamás le volvería a pasar por más laberintos nuevos en los cuales la y nos metieran. Que en saber, en la paciencia, en volver al TEG al cual habían jugado Néstor y ella desde que habían sentido que era su y nuestra oportunidad, estaba el camino en el laberinto.

En eso consiste este liderazgo inigualable.

Cristina sigue y sigue, nos lleva de la mano, por el laberinto.

Cuando ciegos fuimos hacia el minotauro, Teseo/Néstor se enfrentó a él y lo mató. Ahora esa Ariadna que es Cristina nos lleva de su mano/hilo, transitando pasillos cada vez más anchos, y los pasillos se harán calles, y las calles, avenidas luminosas.Y cada paso que da, la convierte en más sabia, y cada vez que los señores oscuros le tienden trampas en forma de callejones cerrados ella sale,  a veces por arriba -como dice Marechal que se sale de.los laberintos-, a veces dando el giro oportuno, y siempre grácilmente,  siempre llevándonos consigo, siempre adelante.

Ella, Él, Nosotros

Es la historia de un amor, como no hay otro igual...

Nos vemos mañana.

RH

2 comentarios:

  1. muy lindo Rick!! te levantaste peleador y poeta, que buena combinación...
    Guille

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  2. Gracias Guille! A ver cuando huinqueamos un poco ¿no?
    Abrazo!

    Rick

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