jueves, 20 de noviembre de 2014

...Y EL PIBE MATÓ A LA CHICA

Unas horas antes el Consultor le había dicho al Diablo:

"Nuestros últimos estudios indican que lo que más horror produce en nuestro target - la gente- es la muerte violenta de individuos adolescentes de sexo femenino. Las condiciones de este deceso deben ser truculentas, repletas de crueldad, y nuestro target -la gente- debe conocerlas poco a poco, para que en ese goteo internalicen el efecto deseado -el horror- en la dosis adecuada para un óptimo efecto y máxima perdurabilidad, ésta conseguida a través de la repetición de consignas que confirmen su verdad, Señor: que aquí, en la Tierra, no se puede hacer nada"

Y el Diablo dijo:

"Que mueran chicas en las condiciones antedichas"

Alguien dio las órdenes pertinentes, se seleccionó el entorno óptimo para el mejor efecto, alguien -cuidadosamente elegido por ser experto en el trabajo de campo- después de suministrar las toxinas adecuadas en dosis suficiente, dijo las palabras mágicas:

"¿Vas a dejar que esa pendeja de mierda te siga forreando?"

Y la chica murió.

Y otras chicas murieron.

El Diablo no mostró ninguna emoción, como su condición hacía esperar. El Consultor supo que había cumplido con su cometido.

Envalentonado, sacó sus carpetas y le dijo al Diablo.... "tengo algo con trenes..."

"Ah, eso me interesa. Cuénteme los detalles por favor"

Y siguieron con su rutina de años.

RH

1 comentario:

  1. No es azaroso caer en la incómoda y perturbadora idea de la conspiración. A lo largo de la historia y merced al ocultamiento de sus mentores y ejecutores hay colecciones enteras de casos de conspiración que lograron su cometido. Sin que "lagente" se enterara. Al menos, no contemporáneamente con los sucesos.
    Tampoco hay nada más aleccionador que colocar en una vidriera transparente a los responsables de semejantes acontecimientos que intentan y que muchas veces consiguen torcer el verdadero curso de los acontecimientos.
    Por supuesto que resulta muy difícil esa puesta en evidencia cuando poderosos medios de difusión con el potenciómetro a viva voz tratan de ocultarla. Como sucede con un foco potente que impide a nuestros ojos distinguir a otras luces de menor luminosidad que realmente existen pero que no podemos ver.
    No obstante, cuando los recursos del Estado EN PLENO funcionamiento de sus TRES poderes ponen de manifiesto la necesaria voluntad política, NADA es imposible. Incluso, desarmar confabulaciones y conspiraciones. Destaco "en pleno" con mayúsculas, dado que cuando alguno de ellos - como nuestra Justicia - está salpicado de sospechas y decisiones poco claras, la mencionada voluntad política puede no llegar a manifestarse en plenitud. De allí que ciertos nudos gordianos sean tan difíciles de desatar o demanden mucho más tiempo que el realmente necesario.

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