lunes, 17 de febrero de 2014

El IPC de ahora que es verdad y el de antes que es mentira

Me sigue hinchando las pelotas (no sé si está claro) que ajenos y propios digan más o menos que "ahora sí" el IPC está bien medido y "antes no".

Ni a propios ni a ajenos se les cae un argumento más allá de que "antes el Indek mentía". Alguno arriesga más diciendo que mentía para pagar menos intereses de la deuda ajustada por el CER. Lo que se olvida es que el Indec se intervino porque TODA SU CÚPULA truchaba los intereses para arriba para pagar MÁS. Esto está denunciado hace años, pero, como ya se sabe los jueces, humm... Asi que, al tener que descabezarlo entero, no hay muchos más técnicos en estadísticas públicas como para suplirlos, menos aún, después de lo descubierto. Así que se siguió como se pudo.

En cualquier caso, el único argumento que se escucha serio es el del propio Gobierno: antes había unos hábitos de consumo descritos en la última Encuesta de Hogares, estos, con lo que cambió este país y con los ingresos de sus habitantes que cambiaron radicalemente, recién ahora hay una serie lo suficientemente larga como para describir correctamente cómo se componen los consumos actuales de la sociedad argentina. Amén de que antes sólo se medía Buenos Aires y alrededores. Ahora todo el país.

El resto de las "mediciones" publicadas rozan lo delictivo. Los resultados que daba cada una de las consultoras era diferente, y diferente del Indec. ¿Por qué si todas eran diferentes, o sea, todas estaban mal, promediándolas iban a dar un valor bueno?

¿Y por qué no se les exige rectificación a todos esos que mintieron conscientemente, adrede, durante años, con la excusa NUNCA DEMOSTRADA de que el Indec mentía? O sea, no me diga que antes sabía que mentía porque iba al kiosko y etc etc. Y ahora no.

Porque usted no me va a decir que usted sabe que ahora no miente, porque haya dado el 3,67%. ¿Usted está seguro que el IPC anterior no hubiera dado más o menos eso ahora?

Como muy bien dijo Axel, este índice no mide la inflación. Mide la variación de los precios.

¿Por qué es tan importante el matiz?

Porque a los precios los varían personas, con nombre y apellido.

La inflación... es culpa de la yegua.

RH

18 comentarios:

  1. ¿porqué el ipc de usa no miente?
    ¿porqué en usa, inundar todo con billetes usa, no genera "inflación"?

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  2. SOBRE LA CENSURA A ALCIDES ACEVEDO

    Es una pena que el autor de este blog, a partir del 10 de febrero, se haya sumado a tantos otros blogs kirchneristas y haya decidido censurar a “Alcides Acevedo”, ya que la polémica y los puntos de vista diferentes enriquecen, y censurar a alguien por opinar distinto es una muestra de intolerancia, autoritarismo, o debilidad argumental.

    Quien firma Huinca es un buen hacedor de argumentos, un buen comunicador de argumentos. Pero no ha mostrado hasta ahora ser un buen comparador de argumentos (ya que ser un buen comparador de argumentos es analizar racionalmente cuál argumento es más sólido), ni un buen refutador de argumentos, y no parece saber polemizar.

    Los blogs que no soportan los comentarios adversos pierden una importante porción de interés (y probablemente de lectores, respecto a la cantidad que podrían llegar a tener). Esto tal vez se puede entender mejor con una analogía: Los blogs que admiten argumentos y puntos de vista diferentes son algo así como un partido de fútbol. Desde mi punto de vista inclusive son algo más productivo, pero a efectos de hacer la analogía vale. Los blogs que tienen una ideología y no admiten ideas o argumentos en contrario son como un futbolista haciendo práctica sólo, y a ellos, como mucho, se le suman unos pocos que lo miran desde fuera del alambrado, o alguno que lo felicita por como practica, o se pone a correr y a hacer saltitos junto a él.

    Tampoco es mi idea que un bloguero tenga que amargarse la vida con comentarios que le hacen mal. Pero si a quien firma “Huinca" (o a cualquier otro) le hacen mal los comentarios de quien opina diferente tal vez sería mejor que cerrara los comentarios, o que estableciera la censura (o “moderación”) previa, explícitamente, y dejara solamente los comentarios que le gustan.

    En mi próximo comentario (si no me lo censura), y como especialista que soy en la problemática del INDEC, voy a analizar su artículo de hoy, pero antes una última aclaración: Cuando refuto o intento explicar la debilidad de los argumentos de un autor de blog en un artículo, prefiero que me censure y no que me diga que estamos sosteniendo cosas semejantes.

    Ricardo Patricio Natalucci
    DNI 8464942

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  3. Señor Natalucci: lo quue censuro de Alcides Acevedo -tendría que ver sus comentarios censurados- no son los comentarios adeversos. Son los insultos. Son las descalificaciones personales. Es continuamente tratar de desquiciar la conversación, dejar de hablar de lo que se está hablando para que la cosa se centre en la inpeptitud y maldad intrínsecas de este gobierno, con lenguaje siempre soez ("pelotudo", "imbécil", etc). Usted no siempre acordó con lo que se dice aquí, y no deja de ser bienvenido. Dejaría de serlo el día que insulto, que embarre la cancha, que impida cualquier intercambio normal. Lo que hace el señor que usted menciona.

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  4. Huinca, el comentario de Alcides Acevedo del 10 de febrero de 2014, 18:28 (que es el que definió el límite entre la censura y la no censura por parte de usted) incluía argumentos, tales como “El gran problema de Argentina es que no EXPORTA suficiente ¿ustedes proponen cerrar las exportaciones? No es la fórmula que eligieron Japón, Corea, China, Suiza, Alemania para crecer.... [...] Pero claro, no entienden, no entienden que Argentina importa gran parte de la energía que consume ¿cómo la vamos a pagar? hoy Lunes la fábrica de Renault está parada por falta de componentes importados... y encima (para que sepa el señor fiambrero): la mayor parte de la carne de cerdo para fabricar embutidos en Argentina se importa de Brasil.” [fin de la cita].

    También contenía chicanas, como por ejemplo “¿Qué se le va a hacer? no entienden ni van a entender, por eso son peronistas.”, pero esa chicana es semejante a expresiones de Jorge Luis Borges, uno de los más interesantes escritores filósofos del mundo.

    Finalmente escribía Acevedo “Averigüen, es lo menos que puede hacer una persona que tiene un blog, opinar públicamente sin tener la menor idea es peor que ser estúpido.”.

    Esa frase de Acevedo es una frase dura, agresiva, pero en esencia es argumentativa.

    Tal vez usted pueda reconsiderar –mientras no le haga demasiado mal-, la censura a Alcides Acevedo. Mientras tanto intentaré (si usted no me lo censura) agregar mi análisis sobre el más reciente artículo de usted sobre el INDEC, que es el tema de mi especialidad al cual le destiné ya más de treinta años de estudio.

    Ricardo Patricio Natalucci
    DNI 8464942

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  5. Natalucci: Yo no puedo argumentar en medio de insultos y chicanas. Los argumentos se pierden en el ruido. Usted haga lo que quiera. Yo cada vez que alguien me insulte lo borraré. ¿Lo tiene claro? Yo lo he visto a usted ser insultado y basureado en blogs en los cuales argumentaba, y me molestaba en grado sumo. A usted no le preocupa; es asunto suyo. Yo creo que se puede argumentar sin chicana; y las presonas como la que usted menciona sólo argumenta para poder darle sustento a sus fobias. Debería resultar evidente que yo sé para qué sirve el comercio exterior. Simplement consideré que en una situación de fuerza como ésta, de chantaje, quizá fuera preferible hacer sentir a la otra parte que puede perder mucho, aún a costa de pagar un precio que DE TODOS MODOS SE ESTÁ PAGANDO, por evasiones y por contrabando. Resulta evidente que lo sé porque he publicado bastantes cosas al respecto. Aún así podría argumentar, pero ya le digo, no argumento en medio de chicanas e insultos. Hay personas a las cuales les gusta, se sienten cómodas. YO NO. Yo creo que en medio de eso no se va a ningún lado, y no sólo eso: se refuerza a quienes medran en el caos. Así lo veo yo. Si Alcides Acevedo quiere venir a discutir duramente, irónicamente, ningún problema. El resto ya no. A mí el hecho de que me diga que "Borges lo hacía" aparte de ser bastante impreciso como argumento, me deja frío. Si quiere escribir algo aquí, hágalo, lo ha hecho en muchas ocasiones y siempre ha sido bienvenido. Ya conoce ahora mis motivos.

    Por cierto, el problema no es que Argentina no exporta lo suficiente. El problema es que el producto de sus exportaciones ha sido fugado siempre. Y ahora la intención es la misma

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  6. SOBRE EL INDEC

    No es verdad que Néstor Kirchner haya intervenido el INDEC porque toda su cúpula estuviera difundiendo incrementos de inflación más altos que los reales. No solamente no hay ninguna prueba de eso, sino que tampoco hay el más mínimo indicio. Dudo inclusive que Huinca encuentre aunque más no sea un comentario del año 2006 de alguna persona del pueblo que opinara que el INDEC publicaba incrementos mayores a los reales, sino más bien todo lo contrario.

    En cambio la idea de Huinca de que lo que sucedía en el INDEC era algo concerniente a toda la cúpula del INDEC y no solamente a quien era directora del IPC -Graciela Bevacqua-, es certera y es muy importante y es totalmente lógica (por ejemplo por la solicitada contra el gobierno llamada “Cuidemos al INDEC” firmada inclusive por el actual director técnico Norberto Itzcovich). Pero eso que sucedía en el INDEC no es que los índices ya se estuvieran alterando para que dieran de más, sino que el INDEC había ido incorporando durante décadas en la metodología un marcado sesgo hacia los hábitos y posibilidades de consumo exclusivos de las familias más ricas, lo que haría que desde 2007 el IPC del INDEC pasaría a dar de más, con peligro inmediato de espiralización inflacionaria, y por eso Néstor Kirchner tomó la decisión de intervenir el INDEC en enero de 2007 y no antes.

    También es muy interesante, sobre todo por su extraordinaria intuición, y hasta coincide con lo que explico en mi libro desde el conocimiento más riguroso y documentado, la aclaración que hace Huinca, refiriéndose a los integrantes de la cúpula del INDEC, cuando agrega que “Asi que, al tener que descabezarlo entero, no hay muchos más técnicos en estadísticas públicas como para suplirlos, menos aún, después de lo descubierto. Así que se siguió como se pudo.”

    Pero no es verdad que “el único argumento que se escucha serio es el del propio Gobierno: antes había unos hábitos de consumo descritos en la última Encuesta de Hogares, estos, con lo que cambió este país y con los ingresos de sus habitantes que cambiaron radicalemente, recién ahora hay una serie lo suficientemente larga como para describir correctamente cómo se componen los consumos actuales de la sociedad argentina. Amén de que antes sólo se medía Buenos Aires y alrededores. Ahora todo el país.” (fin de la cita).

    Los cambios en los patrones de consumo no requieren series suficientemente largas: Una encuesta de gastos de los hogares continua, y un índice de Fischer, consiguen eso prácticamente en tiempo real. Por otra parte el hecho de que “antes sólo se medía Buenos Aires y alrededores. Ahora todo el país.” no explica las diferencias abismales entre ambas mediciones oficiales en el último bimestre del año 2013, ya que esas diferencias son muchísimo mayores que las diferencias regionales. Y esos son datos matemáticos.

    Y digo esto porque aunque el informe oficial tuvo la intención de publicar solamente el incremento de enero de 2014, hay allí publicado además un dato que, aunque no se hayan dado cuenta de ello ni el ministro Axel Kicillof, ni los directores actuales del INDEC Ana María Edwin y Norberto Itzcovich, ni Cristina Fernández de Kirchner o los asesores de Cristina Fernández de Kirchner, ni Carlos Zannini, ni los asesores jurídicos de Carlos Zannini María Paz Miguel Martínez, María Luisa Zambella, y Daniel A. Muñiz, también permite estimar matemáticamente la inflación acumulada del último bimestre de 2013, y eso constituye prueba científica de que la (mal) llamada Inflación Congreso (que comenzó siendo un fraude) resultó en ese bimestre ser, lamentablemente, muy acertada.

    El argumento de Huinca sobre la dispersión de la medición de las consultoras privadas es flojo: El obelisco de la ciudad de Buenos Aires mide por ejemplo 67,5 metros de altura; usted hace una encuesta y uno le dirá que mide diez metros, otro estimará doscientos metros, otros, más informados o eruditos dirán 62 metros, 68 metros, y el promedio de ellos y otros podrá dar una altura muy aproximada a la real.
    Continúa...

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  7. ...continuación

    Las consultoras privadas y los medios de prensa mintieron en el año 2007, y en el 2008, y en el 2009, pero la mentira se fue convirtiendo en realidad por el efecto conocido como “profecía autocumplida”.

    Ésta que doy yo es la única explicación seria, documentada y coherente, y no las de funcionarios como Jorge Milton Capitanich, que dice que el (mal llamado) Indice de inflación Congreso “es un mamarracho” pero no ofrece argumentos racionales, Axel Kicillof, que hasta no hace mucho publicaba desde el CENDA índices casi idénticos a los del (mal llamado) Indice de Inflación Congreso, Ana María Edwin, que ahora dice, refiriéndose a la época de Raúl Alfonsín, que en otras épocas el INDEC volteaba gobiernos, pero que en aquella época no dijo nada,.y un largo etcétera.

    Eso es lo que no admiten los directivos del INDEC, Ana maría Edwin y Norberto Itzcovich: Que para salvarse ellos en lo personal (ya que estaban involucrados junto a toda la cúpula del INDEC en la incorporación del sesgo plutocrático que se había venido practicando durante décadas) traicionaron al gobierno de los Kirchner, y lo que es peor traicionaron al pueblo y a su país, pretendiendo que el problema era simplemente Bevacqua (después de todo una empleada) y los cambios de costumbres de la población en la estructura de ponderaciones, asunto desmentido por las cuatro más recientes encuestas de gastos de los hogares.

    En cuanto a la “aclaración” de Axel (Kicillof) de que “este índice no mide la inflación” sino que “mide la variación de los precios”, no es más que desconocimiento al repetir lo que le dictan desde la cúpula del INDEC, o peor aún, desprecio por las familias del pueblo de Argentina por parte del actual ministro, ya que el índice mide (o mejor dicho debería medir) la inflación que sufren en promedio las familias que habitan Argentina.

    En lugar de eso tenemos, gracias a Ana María Edwin, a Norberto Itzcovich, a Axel Kicillof, un índice al cual podemos llamar FMI-INDEC, que representa de nuevo tendenciosamente los hábitos y posibilidades de consumo de las familias más ricas, un índice dictado por el FMI, y festejado por la revista británica The Economist, por Domingo Cavallo, por Orlando Ferreres, por Víctor Becker, y por tanto otro representante de los grandes grupos financieros internacionales que siempre están en contra del pueblo, del espíritu republicano, y de la democracia.

    © 2014 Ricardo Patricio Natalucci
    DNI 8464942

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  8. Huinca:

    Yo no tengo blog, pero también me tiene bastante podrido ese “jueguito” de la “censura”. Cuando algunos lectores del blog escupen insultos y descalificaciones a repetición, lo hacen en nombre de la sacrosanta “libertad de expresión”.
    Cuando uno les dice que en esos términos no se acepta la participación, es “censura”, “fascismo”, “dictadura”, “represión”, “autoritarismo” y otras delicias lingüísticas.
    Esa pretendida “licencia poética borgeana” (“¿Qué se le va a hacer? no entienden ni van a entender, por eso son peronistas...”) es precisamente una muestra de la intolerancia y de la escasa vocación para encontrar puntos de acuerdo que tienen muchos “opos”.
    Da la casualidad de que no fui ni soy “peronista” en términos de purismo partidario. Vengo, por tradición y militancia del ala “progre” del radicalismo. “Forjista” por convicción, estuve con Alfonsín y creo que hoy, Moreau es un grito en el ENORME desierto que es el radicalismo (en el que ya no milito)
    Tengo que reconocer que siento un poco (bastante) de envidia por lo hecho por este gobierno, al que apoyo desde 2009. Me hubiese encantado ver YPF y Aerolíneas re-nacionalizadas, las leyes de ampliación de derechos, el desendeudamiento, la firme posición en defensa de nuestra soberanía en los foros internacionales, la vocación latinoamericana, la Ley de Medios y tantas otras cosas (tocarle los huevos al león a cada rato es una de ellas) interpretadas por quienes se dicen “progres”: radicales, socialistas, “coalicióncívicos” y tantos otros sellos de goma.
    Fue el “pingüinaje” el que lo hizo y van mis respetos.
    Y mi respaldo.
    Es decir, por apoyar muchas de las medidas llevadas a cabo por este gobierno, yo tampoco “entiendo ni voy a entender” ... y por extensión eso me haría “peronista”, lo que me crea un conflicto cognitivo importante.
    Suelo leer tu blog (junto a muchos otros) como un ejercicio de descubrimiento de lo que muchos ocultan y otros dicen a medias.
    Muchas veces acuerdo con tus posiciones. En otras tengo divergencias de opinión o simplemente, en ese día, mis intereses pasan por otro lado. Es decir, tu posteo me resulta indiferente.
    Es decir, a veces comento. A veces no. A veces voto un “Me gustó – mucho, poco o bastante” y a veces ni siquiera clickeo para calificar.
    Es por eso que creo SOSPECHOSO el proceder de quienes:

    1) Están TODOS LOS DIAS, a TODA HORA dispuestos a “comentar”
    2) SIEMPRE están en contra de lo que se dice. Ni divergencia ni “fu ni fa” ... siempre lo dicho por el otro es “estúpido”, “imbécil”, “populista”, “zurdito”, “prehistórico” o (imperdonable horror) “peronista”.
    3) SIEMPRE están dispuestos a la chicana del tipo “¿y Lázaro Báez?” cuando de lo que se está hablando es del petróleo no convencional o la disminución de la mortalidad infantil.
    4) NUNCA están dispuestos a explicitar sus convicciones CLARAMENTE (“Quiero un país para 10 millones y el resto que se joda”) o sugerir un candidato que crean capaz de llevarnos a ese paraíso que dicen defender.

    No digo que sea “gente paga” por algún grupo de poder para generar opinión en estos foros, que hoy por hoy, son otro medio de comunicación masiva como cualquier otro. Aún así, yo no creo en meigas, pero que las hay ... las hay.
    Si no es por plata ... ya entramos en el terreno de las obsesiones (por eso del TODOS LOS DIAS y a TODA HORA). Y en ese caso, lo mejor no es un blog. Es un buen psiquiatra.
    Para terminar, compatriota Huinca .... dos cosas.
    Antes que nada disculparme por la extensión de ésta. No era mi ánimo “invadirle” el rancho. Pero como dije al principio, los “Acidez Alpedo”, los “Qwert”, los inefables “Anónimos”, los “Marianotes” y toda esa runfla ... ME TIENE PODRIDO.
    Si no les gusta lo dicho, que vayan a La Nazión, que ahí hay de la carne “a lo Potemkin” que tanto les gusta.
    Dos (y final) cuando se vayan del tema del posteo, chicaneen o insulten ... bórrelos de una. Este es su blog y está en su derecho.
    Y si no les gusta ... a llorar al campito.
    Abrazo patagónico !!


    PD: No se exporta poco ... se evade MUCHO.

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  9. Colorado. Gracias por tu comprensión. No hay tal invasión. Lo qu comentás refleja lo que siento al respecto. Yo mismo, lo que posteo a veces simnplemnte sale... porque no puedo evitarlo. en general escribo porque no puedo evitarlo. Por fuera de esas obligaciones que aparentemente tiene un bloguero, según acabo de entrarme. No lo sabía, pensé que esto era una bitácora. Ahora me entero que es otro lugar más en el cual todos tienen libertad de expresión menos uno.

    Natalucci. El darme el ejemplo de que la altura del obelisco se puede sacar por lo que le digan promediando montones de datos flasos, falsos adrede en muchos casos, me parece raro en usted. No hay manera, ninguna, de sacar un dato verdadero promediando 10 falsos. NINGUNA. Aunque el valor que dé se parezca al real -cosa incomprobable porque el real es desconocido-. En segundo lugar, usted tampoco aportó nada a lo que sostengo, más allá de su rabia: usted tampoco pudo decirle a los lectores por qué, en los hechos, en los datos, el índice anterior era falso, agregando que para usted el de ahora también es falso, por lo que dice, que tampoco lo demuestra con nada, sólo con su ira de que es un índice para ricos. Ahora, si usted sostiene seriamente que los consumos de los argentinos estos años no han variado me parece que no queda mucho más de qué hablar: vivimos dos realidades absolutamente incompatibles. Además, hay algo importante, muy importante, que sería explicarle al público cuando dos índices se parecen y cuando no. Porque de acuero a lo que usted dice Axel desde Cenda publicaba índices "parecidos" a los "del congreso". ¿Cuán parecidos? ¿1,5% se parece a 1,8%? ¿Y por qué? No no, todo este escándalo era por otra cosa. Era por cifras predeterminadas que Néstor frustró. Y después, el tratar de alimentar los aumentos de precios para sencillamente acabar con este Gobierno, uno más. Yo disiento con usted: no quiero hablar de inflación, no quiero que se hable de inflación porque la propia idea es "inflacionista". Es la intención, se habla de inflación cuando se quiere "ajustar" (otro eufemismo).. Los aumentos en las comodities o en los precios no son "inflación" son... "revalorizaciones", "buenas inversiones". Y acá me detengo. Se ne acbaó la pila.

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  10. Un participante que firma aquí con el seudónimo “Colorado del Monte” expresa entre otras cosas su disgusto hacia quienes “NUNCA están dispuestos a explicitar sus convicciones CLARAMENTE” (las mayúsculas están así en el original).

    Por su parte, quien utiliza el seudónimo “HUINCA” (idem tema mayúsculas), le agradece la comprensión, y le dice “Lo qu comentás refleja lo que siento al respecto”.

    En base a eso se me ocurre un interesante experimento.

    El experimento consistiría en pedirles a ambos que digan CLARAMENTE si les parece bien que el IPC, es decir el índice que mide la inflación que sufren las familias, se calcule adrede (intencionalmente) con una distorsión que practica discriminación en contra de las familias más pobres, y que hace que aparezcan mucho más representados los hábitos de consumo de las familias más ricas.

    En otro orden de cosas, a cualquier persona que lea esto le preguntaría si puede encontrar aquí algún pasaje en el cual alguien haya dicho que el titular del blog tiene alguna obligación, o que alguien haya sugerido que todos deberían tener libertad de expresión menos él.

    En relación al ejemplo que di del obelisco, la dificultad de HUINCA para comprenderlo radica en que mezcla dos cosas: El concepto de acuracidad (o precisión) con el concepto de sesgo.

    Cuando los datos a promediar están sesgados en determinado sentido eso imposibilita que el promedio sea una estimación buena, pero la simple dispersión entre las estimaciones no impide que el promedio sea bueno. A lo sumo –como bien señaló el jefe de gabinete Jorge Capitanich- la dispersión lo que hace es que “pone en duda la calidad técnica de la confección de las muestras y la articulación de las mismas”

    HUINCA deforma ese concepto, y dice (o pretende explicarme) que “No hay manera, ninguna, de sacar un dato verdadero promediando 10 falsos. NINGUNA.”

    Para comprobar si tiene razón o está equivocado basta un simple ejemplo (en esencia el mismo que ya di, pero adaptado a los diez casos falsos que HUINCA postula. Se le pregunta a diez personas cuánto estiman que mide de alto el obelisco, se anotan las diez respuestas, y se las promedia.

    1) 69 metros.
    2) 64 metros.
    3) 64 metros
    4) 100 metros.
    5) 40 metros.
    6) 64 metros.
    7) 70 metros.
    8) 59 metros.
    9) 73 metros.
    10) 72 metros.

    Promedio obtenido = 67,5

    ¿Todas las estimaciones individuales resultaron falsas? Sí
    ¿El promedio resultó ser el dato verdadero? Sí

    Queda demostrado así que HUINCA está equivocado, y que de diez datos falsos bien puede surgir como promedio el verdadero.

    Luego intenta HUINCA reducir lo mío a rabia (SIC) y pretende que no aporté nada a lo que él sostiene. Su creencia puede estar provocada por el hecho de que mi aporte a lo que él sostiene consistió en estar de acuerdo en algunos puntos y refutarlo en otros, y HUINCA parece creer que aportar es siempre felicitar y manifestar estar de acuerdo en todo.
    Continúa...

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  11. ...continuación

    En su frase siguiente no se sabe a cuál índice le llama HUINCA “el índice anterior” ¿Al anterior a la intervención al INDEC? ¿Al anterior al actual?

    Veamos:

    El índice oficial anterior a la intervención del año 2007 tenía un marcado sesgo plutocrático, y eso, para una persona honesta y democrática, lo invalida.

    El índice oficial del año 2008 fue el primer intento que haya hecho un gobierno de obligar a su oficina de estadística a cambiar la tendencia a aumentar ese sesgo.

    El índice actual vuelve a ser un índice marcadamente plutocrático, acordado con el FMI.

    En los hechos, en los datos, el nuevo índice oficial dio para enero un incremento de 3,7%, pero en el comunicado (que es un documento público de validez legal) también se dice que el número índice de diciembre de 2013 fue de 102,78. Dado que el de diciembre es uno de los tres meses tomados como base, y que esa base es por definición igual a cien, y aceptando que en ninguno de esos meses hubo deflación, podemos despejar la tasa mínima y máxima de inflación acumulada de octubre y noviembre, que resulta en el mejor de los casos muy semejante al (mal llamado) Índice Congreso, y por ende al momento en que Jorge Capitanich dijo que ese (mal llamado) Indice Congreso es “un mamarracho” en el INDEC ya sabían que el (mal llamado) Indice Congreso “en los hechos, en los datos” como clama HUINCA que le digan las cosas, ya no era ningún mamarracho, sino que los directivos del INDEC con sus mentiras habían convertido en un mamarracho al más democrático índice del año base 2008.

    Yo no sostengo que los consumos no han variado, sino que los cambios son marginales con relación a la diferencia de tasa inflacionaria de casi tres a uno, que es lo que está en juego.

    Dos índices (a y b) se parecen más entre sí que lo que cualquiera de ellos se parece a un tercero (c), cuando la diferencia entre a y b es menor que la diferencia entre a y c y también menor que la diferencia entre b y c.

    El CENDA de Kicillof, hasta el momento en que obtuvo un nombramiento por parte del gobierno, utilizó algo llamado índice 7 provincias, cuyo resultado de inflación acumulada siempre dio cifras más cercanas a las de los estudios privados que a la oficial del INDEC.

    Las últimas líneas del comentario de HUINCA son cada vez más lamentables, pareciendo creer que el uso de eufemismos tales como “reacomodamiento de precios” para referirse a la inflación ayuda a evitarla o disminuirla, siendo que para lo único que sirvieron esos eufemismos fue para darle servido en bandeja un argumento más a la oposición.

    Ricardo Patricio Natalucci
    DNI 8464942

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  12. Vuelvo a preguntar¿qué quiere decir "muy semejante"? Pregunto, a beneficio de quien lea ¿qué es el sesgo plutocrático? Pregunto ¿Por qué da por hecho algo incomprobable, que es que los que estimen la altura del obelisco tienen una idea aprox acertada de su tamaño? ¿Por qué no van a decir que mide 30, 22, 178, 1000, 1, 5, 33? O sea, que la idea e dimensión de ese objeto sea errática y su promedio dé cualquier cosa? Ah, y respecto de la última parte, lo de revalorización de activos, etc, no iba dirigido a usted. Debería haberse dado cuenta.

    Pero lo crítico es lo siguiente QUÉ ES "SEMEJANTE". Cuál es el grado de tolerancia admitido.

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  13. 1) Según la Real Academia Española en su primera acepción “semejante” significa “Que semeja o se parece a alguien o algo”. Por lo cual “muy semejante” significa “Que se asemeja o se parece mucho a alguien o algo”.

    2) Sesgo plutocrático significa que distorsiona la realidad a favor de los ricos.

    3) Yo no dije jamás que todo conjunto de datos falsos vaya a dar necesariamente en promedio el dato verdadero. Dije que el sólo hecho de ser falsos los datos no impide que el promedio sea verdadero.

    4) La idea de que el promedio de datos no da cualquier cosa se basa en que si no hay un sesgo (una tendencia a deformar la realidad siempre para el mismo lado) los errores tienden a compensarse unos a otros, y esa es la base misma del concepto de muestreo, y por eso la primera necesidad es eliminar los sesgos.

    5) En ningún momento pensé que lo de la revalorización de activos, etc, estuviera dirigido a mi.

    6) La Real Academia Española no indica que para usar la palabra semejante haya un grado de tolerancia admitido, salvo para el caso del significado que se le da a la palabra “semejante” en geometría cuando se habla de figuras geométricas, que no es este caso.

    (c) 2014 Ricardo Patricio Natalucci
    DNI 8464942

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  14. Lo de reacomodamiento de precios no es lo que uso yo. Me refería a lo que dicen los poderes económicos para considerar que los aumentos de salario "son inflacionarios", y en cambio el aumento de propiedades inmobiliarias o de comodities no. Así que el "lamentable" le pediría que lo retire. Siendo suave.

    En segundo lugar usted lo que sostuvo es que se puede dar una medida del obelisco promediando lo que digan 10 personas a ojo. Son 10 datos falsos. No se "vota" el tamaño de algo que no se puede medir sin instrumentos ni conocimientos técnicos. Ni inventando.

    En tercero, cuando le pregunto lo de semejante y la tolerancia, no es retórica la pregunta. No está la diferencia o semejanza en la definición del RAE. Es de diferencia de valores. A qué me refiero: ahora el nuevo ipc dio 3,67 %, y la "inflación del congreso", 4,7%.

    Es más de un punto de diferencia.

    En junio del 2013, el indec dio 0,8% y "la inflación del congreso) 1,7%.

    0,9% de diferencia.

    Pero ahora, los que publican la "inflación del Congreso" dicen que ahora el ipc... estaría bien.

    A eso me refiero. Cuál es el margen de error para usted que diría permitiría decir que dos índices diferentes, son "semejantes".

    Y por último, hay algo que quiero decirle: me sorprende que usted sostenga que el ipc del indec desde el 2008 para acá perjudicó a las familias más pobres.

    ESO ES FALSO, y usted lo sabe.

    Nada se reajustó por el ipc, todas las negociacions de salarios, ajustes de jubilaciones y prestacions sociales fueron por otras vías y todas sin excepción aumentaron muy por encima de cualquier índice de inflación de cualquier fuente. Usted lo sabe.

    En cualquier caso, ningún índice representa exactamente la realidad, ni siquiera se le aproxima. Todo índice es arbitrario, puede ser puesto en cuestión por decenas, cientos de motivos, técnicos, económicos y políticos. No hay me parece un "fondo moral", de esos que te llevan al cielo o al infierno en esto, porque en definitiva no se trata de mentirle a la población, puesto que la población nunca supo cómo se contruyó el ipc. Desde hace unos años se le dice que el ipc es mentira. sin saber cómo se construye. Con lo que la conclusión es que todo lo que hubo, hay, y habrá alrededor del ipc es político. Y cada uno lo ha usado de una u otra manera.

    Saludos

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  15. 1) Esto lo escribió HUINCA aquí mismo apenas ayer a la hora 20:05: “no quiero hablar de inflación, no quiero que se hable de inflación porque la propia idea es "inflacionista". Si HUINCA no quiere hablar de inflación ni que se hable de inflación, ¿Cómo se hace entonces para alertar de un problema gravísimo referido a un sesgo intencional en la medición de la inflación? HUINCA dice que no recurre al eufemismo de “reacomodamiento de precios”, pero no nos explica qué expresión utiliza para referirse a la inflación sin hablar de la inflación.

    2) Yo no dije jamás que todo conjunto de datos falsos vaya a dar necesariamente en promedio el dato verdadero. Dije que el sólo hecho de ser falsos los datos no impide que el promedio sea verdadero, y lo demostré. Cada vez que HUINCA, o alguien, se dispone a cruzar una calle hace una estimación de la velocidad a la que vienen los vehículos para calcular si tiene tiempo de cruzar. Mucha gente cruza con lo justo, pero no conozco a nadie que utilice un instrumento para eso, ni que necesite conocimientos técnicos. La evolución produjo que no hagan falta instrumentos externos para eso, y son proporcionalmente pocas las personas que son embestidas por estimar mal la velocidad. Hasta una mosca estima el ángulo y velocidad de despegue para evitar que HUINCA u otro la pueda cazar con la mano. De la misma manera es casi imposible que tomando diez personas al azar en la Plaza de la República haya uno tan desubicado como para estimar la altura del obelisco en un metro, y otro que la estime en 1000 metros. Para disparar con un rifle sin utilizar la mira y poniéndolo a la altura de la cintura, el cerebro humano utiliza en esencia el mismo mecanismo cerebral trigonométrico que para estimar la altura del obelisco, y la mayoría de las personas que lo hacen inclusive por primera vez obtienen ya muy razonables aproximaciones.

    3) Podremos hablar científicamente de niveles numéricos de tolerancia y confianza cuando haya un IPC de metodología transparente y honesta. Por ahora no lo hay, y lo más que puede decirse es que la diferencia de enero de 2014 entre la estimación del (mal llamado) Indice Congreso y la del nuevo IPC es del orden del 20%, mientras que la diferencia entre el IPC Congreso y el IPC oficial venía siendo del oren del 200%, y si se acepta como bueno el nuevo IPC entonces se está reconociendo que últimamente era mucho más ajustado a la verdad el (mal llamado) IPC Congreso que el IPC INDEC. El jefe de gabinete Jorge Capitanich debería reconocer públicamente que si el (mal llamado) Indice Congreso era un “mamarracho” (y de verdad lo era), el IPC Edwin-Itzcovich era numéricamente, en los resultados en los últimos años (desde el año 2010 hasta diciembre de 2013), diez veces más mamarracho.

    4) Todo lo que venimos diciendo apunta a que ya en junio de 2013 la (mal llamada) Inflación Congreso del 1,7% era muchísimo más confiable que el 0,8% del INDEC Edwin-Itzcovich.

    5) Los que publican la (mal llamada) Inflación Congreso dicen que ahora el IPC está mucho mejor, y los números que vimos demuestran que el nuevo IPC arroja resultados numéricamente mucho más parecidos a la (mal llamada) Inflación Congreso, de manera que resulta lógico que digan eso.
    Continúa...

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  16. ...continuación

    6) Como ya le expliqué, no hay en estadística una acepción diferenciada para “semejante” (tal como sí la hay en geometría cuando se habla de figuras geométricas). Esto significa que cuando un experto en estadística dice “semejante” está utilizando la acepción corriente de “parecido”, que no está parametrizada. Simplemente es evidente que dos estimaciones que difieren en un 20% o en un 22% son semejantes respecto de dos estimaciones que diferían en cerca de 200%, de la misma manera en que un mono es semejante a otro mono respecto a cualquier jirafa.

    7) No dije en ningún momento, en ningún lado, que el IPC del INDEC desde el 2008 para acá haya perjudicado a las familias más pobres. Por el contrario soy un clarísimo defensor de la intervención al INDEC ordenada por Néstor Kirchner en enero de 2007, y de la metodología del año 2008 que redujo, por primera vez en el mundo, el sesgo plutocrático. Es más, hasta el primer o segundo trimestre del año 2010 el IPC oficial metodología 2008 fue muchísimo más valedero y confiable y representativo que los IPC privados que derivaron en el (mal llamado) IPC Congreso y que los “IPC 7 provincias” que utilizaba el actual ministro Axel Killicof para boicotear la democratización del IPC ordenada por Néstor Kirchner.

    8) Por supuesto que yo lo sé, y siempre lo he dicho.

    9) Es sumamente sencillo calcular un IPC que represente bien la realidad. Hay que hacerlo en base a la encuesta de hogares, y respetar a cada familia encuestada por igual en lugar de practicar discriminación intencional contra los más pobres. Esto que afirmo significa utilizar la fórmula democrática. Además el IPC debe ser transparente. El nuevo IPC FMI-INDEC no cumple ninguno de los dos requisitos, sino que es todo lo contrario. Dice HUINCA que todo lo que hay alrededor del IPC es político, y que cada uno lo ha usado de una u otra manera. Bien, la elección democrática de autoridades de gobierno (cada voto vale igual, sea de un pobre o de un rico) también es diferente de la elección plutocrática (el voto de quien gana cien veces más vale por cien votos respecto a quien gana cien veces menos que él).

    A todo lo que apunta mi trabajo de más de treinta años, en el que dejé la vida, es a que si decimos que estamos en una democracia los principios democráticos no se usen solamente para votar cada dos años o cada cuatro años, sino que también se respeten en cosas tan importantes como la medición de la inflación.

    Que cuando va un encuestador del INDEC a una casa a hacer la encuesta de gastos de hogares no le haga el verso de que su respuesta es importante porque representa a miles de familias, y luego en el INDEC a esa encuesta no se le de prácticamente ningún valor, simplemente por ser hecha a una familia pobre.

    Saludos.

    (c) 2014 Ricardo Patricio Natalucci
    DNI 8464942

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  17. El ejemplo de natalucci no refleja lo que quiso decir huinca, que se refiere a sesgo.

    Lo que huinca sostiene es que las estimaciones sobre las que se hace el indice congreso estan sesgada ex-profeso, exageradas, ya sea mediante manipulacion malintencionada de la muestra (por ejemplo tomar precios en 100 locales y quedarse con los 10 que mas aumento dieron para hacer la estimacion) o directamente falseadas para que den mas alto. Promediar 10 valores asi generados dara un valor que no guarda relacion con el verdadero.

    El ejemplo de natalucci con el obelisco presupone que las 10 personas consultadas hicieron un esfuerzo honesto y genuino por estimar la altura real del obelisco, y si la muestra esta razonablemente bien tomada, algunos podran estimarlo por exce3so y otros por defecto pero en promedio serian razonablemente buenas. Pero que pasa si las 10 personas, sabiendo que estimar un valor mayor les generaria algun beneficio en particular (por ejemplo, que les digan que por cada metro en exceso que determine la medicion final les daran $100) todas A PROPOSITO producen una estimacion exagerada?

    Esa es la diferencia. El IPC congreso, desde siempre, fue manipulado de esa forma para que de valores excesivos.

    Y como argumenta natalucci, eso fue combustible inflacionario: la sobreestimacion genera profecia autocumplida y la inflacion aumenta.

    Pero aqui difiero de natalucci, que sostiene que ese mecanismo ya se agoto y el IPC congreso ahora estaria dando un valor correcto. Considero que sigue siendo una sobreestimacion, aunque el sesgo se haya reducido. Y la unica razon para que se haya reducido es que a los empresarios que les encargaron la tarea de sesgar esa estimacion, no les conviene que se sobreestime demaciado, porque los sindicalistas piden aumentos por encima de esa estimacion y al final pierden mas que lo que ganan generando la sobreestimacion.

    Saludos

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  18. Es muy interesante el comentario de quien firma simplemente Leandro. Pero mi ejemplo y mi explicación justamente tienen la virtud de marcar la diferencia entre muestra sesgada y muestra no sesgada, mientras que el error de HUINCA en ese subtema estuvo en afirmar que (cito textualmente, incluyendo las mayúsculas que denotan énfasis y que están en la frase de HUINCA): “No hay manera, ninguna, de sacar un dato verdadero promediando 10 falsos. NINGUNA” (fin de la cita), y yo demostré que ese concepto de HUINCA expresado así en esa frase es erróneo, y aunque HUINCA en muchos otros aspectos está totalmente en lo cierto, es importante tener claro el concepto de que de 10 datos falsos no hay nada que impida que surja como promedio el dato verdadero, siempre que (tal como desde hace treinta años explico) no haya sesgo.

    Desde mi sitio web hace años que alerto sobre el sesgo en los índices privados y sobre la mala intención de los mismos, etc, pero lamentablemente esos índices privados, junto con el engendro que difundía el ahora ministro Axel Kicillof (y difundió ese engendro hasta el mismo momento en que consiguió un cargo público), lograron que la profecía se hiciera realidad, y dado que se hizo realidad, por lógica no fueron los índices privados los que tuvieron que reducir su sesgo, sino que fue el INDEC el que se habría visto obligado a aceptar que la profecía malintencionada ya se había hecho realidad, pero en lugar de eso comenzó a negarlo, y comenzó en el año 2010 a publicar índices cada vez más falsos, falsedad que ya resultaba inocultable hacia el año 2011, pero que queda probada con prueba documental y apta para pericia recién ahora, con la publicación de la cartilla de difusión del nuevo IPC por parte del INDEC, que es un documento público.

    El otro argumento de Leandro consiste en afirmar la hipótesis de que los indicadores privados redujeron la sobreestimación “porque los sindicalistas piden aumentos por encima de esa estimación” y que al final los empresarios que financian los índices privados “pierden mas que lo que ganan generando la sobreestimacion”.

    Hay dos aspectos que tornan muy improbable la hipótesis de Leandro:

    1) Lo que esos empresarios pierden y ganan es de distinta naturaleza, y esa diferencia de naturaleza hace casi imposible que ellos mismos puedan contabilizarla. Lo que pierden es económico y momentáneo, lo que ganan es político y mucho más duradero.

    2) La pérdida económica de los empresarios por mayores salarios respecto a la inflación real se dio sobre todo en los años 2007, 2008, y 2009, y en esos años justamente no aflojaron con la campaña de sobreestimación.

    Resta hacer al menos una aclaración:

    Yo no sostengo que el mecanismo de sobreestimación por parte de los índices privados ya se agotó. Digo que ya cumplieron su objetivo de poner al gobierno de rodillas ante el FMI, que es lo que festejan los Orlando Ferreres, los Roberto Cachanosky, y sus cómplices. Pero nada garantiza que habiendo ya logrado su objetivo no retomen la sobreestimación, si es que quieren apurar el cambio de gobierno.

    © Ricardo Patricio Natalucci

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