jueves, 19 de febrero de 2015

¡QUÉ PAÍS!

Mataron a Horacio Quiroga, como antes habían matado a su padrastro.

Mataron a Lugones, y a su hijo.

A Lisandro.

Y a Hemingway.

A Alfonsina (con su soledad). Y a la Pizarnik.

No no, a Hitler no lo mataron, lo trajeron al Calafate, es el que les organiza las juventudes y los carpetazos.

Y a Goering también: el que estaba ahorcado en la celda de Nüremberg era el pescador ese de Santa Cruz que los iba a denunciar.

No no, claro, solos no lo podían hacer. Para no dejar rastros usaron a esa red que tienen con esas viejas corruptas, que llevan 40 años robando con lo de los hijos y los nietos, todos esos que en los 70 se fueron a las playas del Caribe, de vacaciones por Europa, y que ahora, como no están ni vivos ni muertos, pudieron matar a todos esos y no dejar rastros.

Los suicidados, asesinados, los desaparecidos, de vacaciones.

¡Qué país!

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