lunes, 27 de mayo de 2013

LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN: EL DIARIO EL PAÍS, MITRE Y SARMIENTO

Ayer, en el programa de VHM, vimos una mesa con "periodistas" que se quejaban de lo que pasaba con "la libertad de expresión" con los "gobiernos populistas" de Améria Latina. La perla la puso Antonio Caño, redactor jefe de el diario EL País de España, quien dijo sin ninguna ambigüedad que los medios podían decir cualquier cosa de los gobiernos, y los gobiernos no podían contestarles, que eso era atacar la libertad de expresión. Así nomás.

Lo "mejor" que dijo, y confirmó una "contertulia" de otro medio quejoso, fue que para eso están los medios, para controlar a los gobiernos. No entrecomillo, para que no se crea que es una cita literal, pero fue exactamente lo que dijeron.

BASTA.

Los medios no están para eso. Los medios están para informar al público de hechos cotidianos de su comunidad, que van desde el tráfico, los estrenos de cine, descubrimientos de la medicina, etc, Y ENTRE ESOS HECHOS están acontecimientos políticos y económicos. Por cómo se han ido dando los acontecimientos, sociales, tecnológicos, económicos a lo largo de estos siglos, desde que la prensa alcanzó difusión masiva, sus magnates lograron colocarla EN EL MEDIO, entre la sociedad y los políticos, transfomándose en una especie de mediadores entre el individuo llano y el político. Esa suerte de mediación NO TIENE QUE VER CON LA DEMOCRACIA, se da por sobrentendida, y en este momento en el que las tecnologías de la comunicación permiten que los políticos y sus representados puedan entenderse directamente esa mediación se convierte, cada día que pasa, en una interferencia en esa comunicación directa. Con lo cual podría sospecharse que siempre fue así, que siempre interfirió, sólo que antes no pudo comprobarse.

Antonio Caño, para confirmar lo que decía, citó a Thomas Jefferson quien, -aparentemente- dijo que si tenía que elegir entre una sociedad con gobierno y sin prensa, y entre una sociedad sin gobierno y con prensa, elegía lo segundo.

Lo primero para decir, es que resulta sonrojante que el redactor jefe de un diario español cite a Thomas Jefferson como si fuera dios. Entre otras cosas porque un dios justo no hubiera fimado esto que sigue:

"En 1803, el presidente Jefferson convirtió en ley un proyecto para que los negros fueran excluidos de trabajar en el correo de los EE.UU. El historiador John Hope Franklin llamó a esa firma «una expresión de desconfianza gratuita hacia los negros libres que no habían hecho nada para merecerlo»."

Pero por otro lado, HABRÍA QUE VER QUÉ HUBIERA DICHO JEFFERSON si hubiera tenido que vérselas con los grandes conglomerados mediáticos actuales.

No creo que "hubiera elegido lo segundo".

Aunque si reflexionamos, las dos "hechos jeffersonianos" citados están muy presentes, en sentido extenso, en lo que dice Caño. Porque Caño dice literalmente que la libertad de expresión es sólo para la prensa. Ergo el resto "somos negros que no podemos trabajar en el correo", por más libres que seamos. No tenemos "la libertad de expresión".

Volvemos, entonces, al sentido de la palabra libertad. Siguiendo el razonamiento de Caño y de los medios monopólicos podemos considerar, que la libertad es un territorio de tamaño limitado, una suerte de loteo, en el cual deben dividirse "parcelas de libertad".

Ahora que lo pienso, es así. Ellos lo tuvieron claro desde siempre, y el discurso de Caño es el de aquel que nos muestra un título de propiedad, "yo poseo estás hectáreas de libertad que representan el 95% del total, así que si usted entra en ellas está violando lo que dice este título".

Y nosotros no reconocemos ese título, creemos que la libertad es un territorio de dominio público que cuyo usufructo debe dividirse equitativamente entre todos.

Lo que dice Caño es más o menos lo que dijo ese tipo de los derechos del fútbol (no recuerdo el nombre ni la empresa), que dijo "lo democrático es pagar por ver el fútbol".

Igual, es una discusión sin salida, ellos la llevarán tan lejos como puedan porque su "poder" está en juego. Pero no discutimos en un mismo plano. O quizás sí. Pero no es posible el acuerdo.

Quiero cerrar con algo que "descubrí", no porque estuviera oculto, sino que nunca -me parece- se colocó en su verdadera dimensión.

Mitre y Sarmiento fueron periodistas, pusieron los cimientos de su conocimiento público en su tarea como periodistas. La vida política de ambos está tan jalonada de hechos sangrientos, la represión "post-Pavón" y de la "organización nacional", la guerra del Paraguay con su leva forzosa y su genocidio, su reivindicación de las masacres interiores justificada en la lucha "contra la barbarie"... La cantidad de muertos, con la excusa de la expansión de la civilización, que ciertamente enmascaró la expansión del imperio y miles de muertos que podrían clasificarse como crímenes racistas, harían que hoy en día estos individuos fueran juzgados en la Corte Internacional de La Haya.

Sin embargo, a la fecha son recordados como "brillantes periodistas".

¿Por qué será?

Mussolini fue periodista. Y el menos conocido William Walker, periodista norteamericano que llegó a ser dictador en Nicaragua.

Sirve también para preguntarse qué es lo que pasa cuando "un periodista" tiene la posibilidad de armarse, digo, ácidamente.

No es que sean todos así.

Hay en esa profesión la misma cantidad de malas personas que en cualquier otra. Lo que no tienen es más derechos. No tienen más derechos que un panadero, porque su lugar en la sociedad es el mismo que el de cualquier profesión, uno amasa y da pan a cientos de personas y cobra por ello, el otro -supuestamente- va y mira determinadas cosas y se las cuenta a cientos de personas. De hecho, es más importante para la supervivencia el primero que el segundo. Mucho más. (la harina cruda es super indigesta). Lo que los Caño y Morales Solá del mundo quieren es que el poder político asegure que sólo ellos pueden hacer y vender pan, y que cualquiera que haga el pan en su casa atenta contra su derecho a hacer pan. Y nos refriegan por la cara supuestos derechos que ignotos, jeffersonianos dioses de la (su) libertad les otorgó.

Qué susto tienen. Todo por no querer compartir nada.

RH








1 comentario:

  1. Poderoso caballero es Don Dinero ...
    Protección de intereses mediante la entronización de privilegios para algunos y el no reconocimiento de los derechos de muchos otros. Si los afectados lo advierten y se quejan, se los reprime ó se los mata si fuera necesario. Y todo eso se llevará a cabo sin despeinarse el jopo y en nombre de la Democracia, la Libertad, el Federalismo y algún otro lugar común frecuentemente cacareado aunque jamás comprendido y explicado en la profunda humanidad de sus significados. Y para los seguidores de la fe occidental y cristiana, la promesa de que, una vez muertos y en otra dimensión, la felicidad eterna compensará con creces sus sufrimientos terrenales.
    Y ese poderoso caballero compra, arrebata, se apodera ó soborna a los distintos medios. Y el poder de la empresa capitalista se pone de manifiesto en todo su esplendor utilizando a los medios en los que muchos desapercibidos aún creen, para articular y modelar la realidad por encima ó por debajo de la realidad misma.

    Aunque está claro que cada vez son más los que reconocen y rechazan a sus miserables jugarretas.

    Saludos

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